Hace 20 años lo desplazaron, hoy está a un paso de volver

Hace 20 años lo desplazaron, hoy está a un paso de volver

Acosta encabeza la terna de postulantes para cubrir un juzgado penal en Concepción. En diciembre cumplirá 65 años, pero rechaza que esté cerca de jubilarse: "si se me nombra juez, deberé aportar durante 10 años".

OBJETIVO. Desde que salí, en 1991, esperé años y años la oportunidad de volver; es mi vocación, dijo Acosta. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL OBJETIVO. "Desde que salí, en 1991, esperé años y años la oportunidad de volver; es mi vocación", dijo Acosta. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
26 Noviembre 2010
Abrió despacio el papel que, en dos renglones, sentenciaba su suerte: dese por terminadas sus funciones en el Poder Judicial. Una sensación de vacío le recorrió el cuerpo: "es indescriptible; sentís que se te abre la tierra, y te hundís". Guillermo Acosta debía abandonar su despacho en Tribunales por decisión de la intervención federal de Julio César "Chiche" Aráoz. Era enero de 1991; el peor verano de su vida.

"Era juez en Documentos y Locaciones y juro como camarista en el fuero penal, en plena turbulencia por los alzamientos carapintadas. Un amigo me dice: ?no sé si felicitarte o darte el pésame; con lo que pasa en el país, te pueden dejar sin el cargo?. Es mi vocación, respondí. Él tenía razón; aunque no fue un golpe de Estado el que me sacó del Poder Judicial, sino la intervención federal", cuenta Acosta.

Hoy, a 20 años de aquella partida, tiene la posibilidad de regresar a la Justicia. El martes, tras las entrevistas, el Consejo Asesor de la Magistratura (CAM) confeccionó la lista de los tres postulantes finalistas que elevará al Ejecutivo. De esta, el gobernador, José Alperovich, elegirá uno y enviará el pliego a la Legislatura, para que sea nombrado juez penal de instrucción en la IIª nominación del Centro Judicial de Concepción.

Acosta encabeza la nómina, seguido por Jorge Antonio Echayde y por Ramón Guillermo Orso. En el examen escrito, logró 50 de los 55 puntos posibles, y le sacó 10 puntos al segundo. No obstante, en los pasillos se bisbiseó algo que le podría jugar en contra: el 21 del mes que viene cumplirá 65 años, edad que lo ubica cerca de la jubilación.

Sin embargo, Acosta desecha esa posibilidad. "La edad es un requisito, no el único; también están los años de aportes. En caso de que se me designe juez, de acuerdo a la ley deberé desempeñarme por 10 años para poder jubilarme", explicó. Y dijo que desde aquel enero sueña con volver a ser juez: "desde que salí esperé años y años la oportunidad de volver; es mi vocación. Vi cómo se reformó la Constitución en 2006, cómo fue surgiendo el CAM, los planteos judiciales en su contra y su actual composición. En ese tiempo estudié; soy ratón de biblioteca".

¿Qué le puede aportar a la Justicia hoy?, preguntó LA GACETA. "Le puedo aportar las ganas que tengo. En 1985, cuando empecé como juez me encontré el despacho saturado de expedientes; el secretario se acababa de jubilar y el prosecretario se había enfermado. La Corte designó un secretario extraordinario; y pudimos ponernos al día con los expedientes en siete meses. Hoy tengo aquellas mismas ganas; incluso más", aseveró.

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