Ahorrar no es un buen consejo cuando se pretende que los delincuentes no nos desvalijen

Los especialistas advierten que comprar buenas puertas, cerraduras, rejas o ventanas ayuda a preservar de los ataques de ladrones. Algunos vecinos refuerzan los ingresos con puertas de hierro. "Lo seguro no es estético", recomiendan. Los peligros del verano.

NADIE SE SALVA. La puerta de la casa de los padres del intendente de Tafí Viejo, Javier Pucharras, fue forzada el 20 de septiembre por delincuentes. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI NADIE SE SALVA. La puerta de la casa de los padres del intendente de Tafí Viejo, Javier Pucharras, fue forzada el 20 de septiembre por delincuentes. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
21 Noviembre 2010
Tomó su billetera y se dirigió, junto a sus dos hijos, al supermercado que se encuentra a dos cuadras de su casa. Cuando regresó, Lorena Lazarte descubrió que le habían roto la puerta y le sacaron la cartera que había dejado sobre un sillón. "El ladrón actuó rapidísimo. Fueron menos de 10 minutos que me ausenté. Ese mismo día fui a un herrero y puse una puerta de hierro", contó Lazarte.

Los escruches (robo en casas en las que se encuentran ausentes sus moradores y cuyo ingreso se realiza violentando puertas o ventanas) aumentan durante el verano y los propietarios buscan mejorar la seguridad de sus viviendas. Sin embargo, especialistas afirman que antes que seguridad, buscan bajos precios.

Los ladrones aprovechan que los moradores están de viaje y saquean las viviendas. "En la mayoría de los casos, utilizan barretas y sierras circulares a batería. Lo que rompen es la puerta, no la cerradura", dijo Lucho Parra, un conocido cerrajero de Tucumán.

El imaginario colectivo recrea las ideas típicas de las películas, donde los ladrones utilizan ganzúas o alambres para abrir una cerradura. "Ese trabajo lo realizan sólo los cerrajeros, y no cualquiera, sino los que tienen muchos años en el oficio y son muy profesionales", dijo Parra.

El cerrajero consideró que es atípico que se usen estos mecanismos en nuestra provincia, y reiteró que los delincuentes rompen la puerta. "Pasa como con las tarjetas de crédito. En películas o series de televisión se ve que abren puertas de esa manera, pero sólo funcionaría si no está con llave; es decir, que solo tiene el pestillo del picaporte", explicó.

Especialistas explicaron a LA GACETA que las cerraduras pueden clasificarse en tres tipos: las básicas, que son de bajo costo; las estándar, con mejor calidad que las anteriores; y las de mayor envergadura, que utilizan las fábricas, negocios y bancos.

"A veces, por ahorrarse unos pesos, recurren a las básicas. Pero no son recomendables para puertas que dan al exterior, porque su calidad es menor", contó Walter Cajal, empleado de una cerrajería céntrica. Parra, por su parte, agrega que muchas personas no invierten en cerraduras más seguras por una cuestión estética. "Hay mujeres que me dicen ?cómo va a poner esa cerradura, me arruina toda la puerta?. Yo les contestó con claridad: Lo seguro no es estético", afirmó.

La solución que parecen haber encontrado los tucumanos es poner una puerta adicional de hierro. Sin embargo, el aspecto económico también influye en la decisión de los compradores. "En estos días averiguan mucho los precios de las puertas de hierro. Pero no todos concretan o prefieren directamente las más baratas, que no son tan seguras", expresó el herrero José Amador.

Según la información brindada por los especialistas, las rejas recomendadas son aquellas que tienen hierro de 12 milímetros. "Una vez me tocó reparar la reja de una ventana que había sido rota con un cortauñas. Cuando pasan esos hechos, dimensionan la importancia de contar con más seguridad, y ya no piensan en el costo", dijo Amador.

Los cristales

Ismael Abraham, propietario de una vidriería de Yerba Buena, afirmó que el ahorro se repite en los vidrios de las ventanas, "Prefieren poner un vidrio común, mas económico, pero que al mismo tiempo es más fácil de romper. Y no sólo es una cuestión de seguridad para prevenir un robo, sino que de alguna manera se desprecia la integridad física de la familia", comentó Abraham.

En este sentido, el vidriero recomendó los laminados o armados, que son más difíciles de romper, y si lo hacen, se rompen en granitos chiquitos, por lo que difícilmente produzcan lesiones. "Desde que falleció la nieta de (Raúl) Alfonsín por un vidrio que se desprendió en la escuela, este tipo de vidrios es el que se utiliza y recomienda. De hecho, en Buenos Aires está legislado su uso obligatorio en comercios, barandas y edificios públicos", afirmó.

Además, Abraham contó que en desde diciembre hasta marzo, es recurrente que tenga que hacer tareas a domicilio por roturas de ventanas por ladrones. "De hecho, esta mañana estuve en una casa, que habían intentado entrar. Por suerte fue sólo la rotura del vidrio", comentó.

"Cerraduras inviolables no hay", dice Parra. "Algunos ponen puertas de hierro que sólo aparentan seguridad", expresa Amador. "Hay vidrios más difíciles de romper, pero no irrompibles", comenta Abraham. Los tres coinciden en lo mismo: para sentirse seguros, no hay que pensar en ahorros.

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