BUENOS AIRES.- Ya no le quedan hilos de dónde pender. Ya no tiene frases ocurrentes de dónde agarrarse. Prácticamente no tiene argumentos para enfrentarse al mundo Boca y mantener la frente en alto. Claudio Borghi pudo festejar cinco triunfos al frente del equipo. Cinco en 14 partidos. Sin embargo nunca pudo festejar una victoria de su fútbol. Todos (y nadie) dicen que la hora del final futbolístico del "Bichi" será a las 16 de hoy cuando los jugadores inicien el entrenamiento y Borghi culmine su ciclo. En ese momento anunciaría su desvinculación del club y dejaría, interinamente, su cargo a Roberto Pompei, entrenador de inferiores. Desde el final del partido de ayer, los satélites del planeta "xeneize" envían todo tipo de información en forma de rumores, afirmaciones y "fuentes cercanas". Lo concreto es que, más allá de lo que se resuelva, "Bichi" empezó a firmar su salida desde las variadas derrotas en La Bombonera y a causa de los conflictos propios y ajenos con el plantel.
La renuncia no se dio ayer por el expreso pedido dirigencial de evitar un deja vu con la situación que vivió Miguel Ángel Brindisi en 2004, cuando en el mismo rodeo el ídolo de Boca decidió dar un paso al costado en el vestuario riverplatense. Las horas que pasen y las formas que se utilicen pueden alivianar en un mínimo porcentaje la bronca comunitaria de la institución. Incluso varios de los dirigentes intentaron convencer al entrenador de que continuara en su cargo, pero no hay vuelta.
Hay varios nombres para sucederlo. ¿Será Julio Falcioni? Un medio televisivo aseguró que el DT de Banfield estuvo ayer en el Monumental. También se menciona a Blas Giunta. Uno se va. Otro está por llegar. (Especial)