BUENOS AIRES.- La Argentina pagará U$S 7.700 millones al Club de París y, de esa manera, podrá fin al default que le pesa desde que el fugaz ex presidente Adolfo Rodríguez Saá decretó en diciembre de 2001, y le costó un aislamiento financiero de casi 10 años. Así lo anunció anoche la presidenta Cristina Kirchner.
Se trata de la única deuda en cesación de pagos que nuestro país conservaba y la cual le impedía al Gobierno y a las empresas que operan en la Argentina acceder a crédito barato en el exterior para ampliar sus inversiones de largo plazo.
La jefa de Estado no detalló la manera en que se podría cancelar la deuda, pero podría ser en un plazo de tres años y con reservas del Banco Central. En su discurso, que fue transmitido por cadena nacional, Cristina agradeció las muestras de solidaridad durante la cumbre del G-20 en Seúl, Corea, la Jefa de Estado señaló que el martes pasado fue recibido un mail por parte del Club de París -luego confirmado por carta- "accediendo a la propuesta argentina" de negociar pero sin el contralor del Fondo, como exigen los estatutos.
La Argentina mantuvo una tensa relación con el Club conformado por 19 naciones acreedoras dado la inflexibilidad de esos países para negociar un pago en un plazo que al Gobierno nacional le resulte accesible. El capital original de deuda es de U$S 4.460 millones, a los que se deben sumar otros U$S 2.142 millones de intereses y otros U$S 1.113 de punitorios. Entre los países que integran el Club de París, la deuda mayor corresponde a Japón con U$S 2.359 millones seguido por Alemania, con U$S 2.136 millones. En tercer lugar se ubica Holanda, a quien se le deben U$S 673 millones; los Estados Unidos, con U$S 588 millones; Italia, U$S 582 millones y España, U$S 398 millones, entre los principales acreedores.
La Presidenta señaló que la negociación será llevada adelante por el ministro de Economía, Amado Boudou, "sin ningún tipo de intermediarios, ni bancos, ni asesores" y consideró que la condición insalvable es que la operación no afecte el modelo de crecimiento argentino. Reveló que en la carta "se destaca que debe ser una negociación realista" y añadió: "coincidimos; pensamos que debe ser una negociación con inclusión social".
"El año que viene podemos estar saliendo definitivamente del default", proyectó la Presidenta, y agregó: "esto demuestra qué tiempo tan breve lleva la destrucción y cuÁnto tiempo la reconstrucción". El pago al Club de París no sólo era exigido por los jefes de Estado de las naciones acreedoras y por los organismos multilaterales más ortodoxos como el FMI, sino también por el empresariado local, que necesita financiamiento en dólares. El escaso nivel de créditos a largo plazo y con tasas flexibles en el mercado local empujó a los empresarios argentinos a reclamar en reiteradas oportunidades una negociación con el Club francés, para poder salir a buscar liquidez afuera. Para terminar con el default, el ex presidente Néstor Kirchner lanzó el primer canje de deuda el 14 de enero de 2005 y alcanzó una adhesión del 76,15%. En 2009, Cristina presentó otra operación con la que sumó adherentes -en peores condiciones que las de 2005-, por lo que el país sacó de la cesación de pagos al 97% del pasivo. (NA)