Los jóvenes, tras un lugar central en la política

Si durante la década del 90 los jóvenes parecieron estar bajo los efectos de algún soporífero, habrá que decir que a partir de la tremenda crisis de 2001 las juventudes políticas rebozan de apasionamiento. Pintadas callejeras, escraches, reuniones en los partidos y presencia activa en eventos que van desde juicios por lesa humanidad hasta un velatorio, como el de Néstor Kirchner, abren la puerta a un debate trascendente a menos de un año de las elecciones provinciales y nacionales.

Aunque según la procedencia y la identificación difieren respecto de las formas de organizarse y de construir poder, el abanico "sub-35" de militantes tucumanos presenta similitudes a la hora de plantearse desafíos hacia 2011: aprovechar el fervor actual para dar un salto de cantidad y de calidad en la política local, fundamentalmente en cuanto a la presencia en los espacios de importancia de la escena pública.

Jesús Salim es concejal peronista de Famaillá. A los 32 años, conduce en Tucumán la agrupación La Cámpora, el espacio de jóvenes kirchneristas más cercano al poder: el líder natural es Máximo Kirchner, el hijo del ex presidente. Según el famaillense, el actual Gobierno devolvió sentido a la militancia. "Se volvió a entender la política como herramienta generadora de cambios para el pueblo. Volvió la discusión política. El análisis de la doctrina de nuestro partido y también de los otros es producto de la impronta que dejó Kirchner y ahora Cristina, dando espacio a los jóvenes", planteó. Salim no cree conveniente la instauración de un "cupo generacional en las listas", porque teme que el nepotismo reemplace a la militancia. "Al lugar se lo gana el que hace política, con vehemencia y discusión", sentenció el edil.

Además del histórico brazo universitario de la Franja Morada, el radicalismo cuenta institucionalmente con su Juventud. Williams Fanlo (30 años), recordó que la UCR es un partido fundado por jóvenes. "Después del 2001, la sociedad pide otra cosa. A los modelos de militancia que impuso el oficialismo les resulta difícil trabajar sin dinero. Para nosotros no es un problema, militamos de corazón y por la doctrina y principios del partido. A nosotros no nos pagan", contrapesó el titular de la JR. En cuanto al "cupo generacional", puso algunos reparos. "Es propicio para algunos partidos, no para todos. Por ejemplo, en nuestras listas siempre hay jóvenes", afirmó.

En cambio, el referente juvenil de Fuerza Republicana, David Castillo, abogó porque se instale ese espacio en las listas de candidatos para los jóvenes. "Eso incentiva a la juventud. La participación no es llevar y traer jóvenes, no es llenar espacios. Que no vayan por por compromiso o por un plan, sino por las ideas. El político nace como dirigente", reflexionó. "La participación de la juventud es importante porque el cambio es fundamental; para modificar la realidad es necesario estar", consideró Castillo.

Pese a las diferencias de enfoque, lo cierto es que los jóvenes militantes ven que tras la muerte de Kirchner se abrió una oportunidad en el país que no están dispuestos a desaprovechar.