Los nuevos negocios están imponiendo otras modalidades

Los nuevos negocios están imponiendo otras modalidades

Dos cadenas de sangucherías se disputan el liderazgo de la milanga en la capital.Una firma tradicional se defiende con el delivery.

ESTILO. Prolijo e higiénico, un exponente de la nueva escuela sanguchera. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL ESTILO. Prolijo e higiénico, un exponente de la nueva escuela sanguchera. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
24 Octubre 2010
"Después de la empanada, la humita y el locro, está el sándwich de milanesa. Es regional y típico de la gastronomía tucumana". El concepto de Matías Córdoba, encargado del elegante local de Yerba Buena de la cadena de sangucherías "El 10" es categórico y convincente. El joven con nombre de futbolista considera que la firma -cuya razón social desconoce, según dijo- "se instaló en Tucumán para cambiar el concepto de sanguchería, a través de la elaboración de un producto de calidad y jerarquía, con aderezos y accesorios de primeras marcas, instalaciones confortables, limpias y provistas de baños higiénicos y modernos; inclusive aptos para que una madre pueda cambiar a su bebé y también para que la familia se sienta como en su casa o un grupo de amigos comparta una mesa observando un evento deportivo con la más moderna tecnología digital".

"Adoptamos el nombre de El 10 porque es el número que identifica al éxito, no sólo en los deportes sino también en otras actividades. La empresa, que opera hace tres años, cuenta con tres bocas de expendio: una en plazoleta Dorrego, otra en avenida Roca y Coronel Zelaya, que fue la primera, y la última es la de avenida Aconquija, segunda cuadra", agregó Córdoba.

Según el responsable del local de la ciudad jardín, la milanesa es la vedette. Esta se elabora con nalga -de un kilo se sacan entre 6 y 7 milanesas- provista por las mejores carnicerías de Tucumán. "Los sánguches son armados por maestros sangucheros bajo estrictas normas de higiene.

Pero también trabajamos con baby beef, un bife al plato con verduras o con papas noisette, gratinado, que es muy solicitado por los que no pueden ingerir frituras", indicó.

La sandwichería atiende desde 10.30 de la mañana a 3 de la madrugada. "Los fines de semana prolongamos el horario de cuatro a seis de la madrugada, pero sin bebidas alcohólicas".

Córdoba no quiso especificar la cantidad de milanesas que venden. Sólo se limitó a decir "muchas, muy muchas".

Los amantes del rugby que militan en instituciones de la inmediaciones son habituales consumidores de "El 10", pero también concurren políticos, funcionarios, deportistas de otras disciplinas y por sobre todo familias en general. "Las milanesas de acá son un manjar no sólo en sándwichs sino también al plato", opinó un conocido atleta de eco aventuras. "Cuestan un poco más que en otros lugares, aunque son de calidad y muy ricos. Vale la pena pagarlos un poco más", dijo Marianela Rodena, jugadora de hockey.

La otra cadena, conocida como "El Kun" surgió al mercado con un local en diagonal a "Chacho", en la esquina de Mate de Luna y la paralela a Camino del Perú, pero del lado de la capital, por donde transitan los vehículos de sur a norte.

Una isla codiciada
En cambio La Isla, que 11 años atendió en avenida Mitre 684 y ya lleva otros 11 en el predio de San Juan y avenida Mitre, mantiene su prestigio y clientela con un sándwich de milanesa elaborada con rebozador, pan crocante de la Espiga de Oro, lechuga, tomate, mostaza, mayonesa y picante. Otra especialidad de esa casa es el kabbab, el lomito y el mexicano.

Chicho (el grande) Costa fue el creador del negocio y hace cuatro años cedió sus derechos a su hijo Chicho (el chico). Los dueños, descendientes de sicilianos, cuentan con 700 clientes de delivery.

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