Un cóctel de chistes verdes y música

SENSUAL. Iliana Calabro intercalo monologos con coreografias. A COSTA DE LA PLATEA. Corona descargo sus improperios entre los espectadores. Lo aplaudieron a rabiar. LA GACETA / FOTOS DE INES QUINTEROS ORIO SENSUAL. Iliana Calabro intercalo monologos con coreografias. A COSTA DE LA PLATEA. Corona descargo sus improperios entre los espectadores. Lo aplaudieron a rabiar. LA GACETA / FOTOS DE INES QUINTEROS ORIO
07 Agosto 2010
Chistes verdes mezclados con ocurrencias subidas de tono, una pizca de crítica política ácida y música en grandes dosis. Ese fue el cóctel que embriagó a los tucumanos que colmaron el Teatro Alberdi para ver a Jorge Corona y a Iliana Calabró. El show, llamado "Iliana tiene Corona", hizo desternillar de risa a una platea cómplice, que se olvidó del frío polar y aguantó estoicamente los embates del humorista casi desde el inicio del show.
Se sabe que Corona suele interactuar con el público de una manera que encanta a los porteños pero que a veces no cae muy bien en el interior del país. No fue el caso de Tucumán, donde el público no sólo aplaudió a rabiar, sino que participó activamente en cada una de las chanzas del humorista cordobés. Con algunas groserías que no parecían molestar demasiado a la platea y gestos obscenos que paradójicamente generaron aplausos, Corona logró mantener al público riendo durante más de dos horas. Ni siquiera los tropiezos del comienzo (el show se inició media hora más tarde de lo pautado) y los problemas de sonido (que obligaron a detener el show por casi 10 minutos) consiguieron menguar el clima de fogón.
El encargado de abrir el espectáculo fue el mismo Corona que, con la voz en off y el telón bajado, comenzó su verborrágica catarata de chistes (no faltaron las menciones a los políticos). Luego, para apaciguar el fuego apareció Iliana Calabró, junto a sus bailarines. "Me pone feliz regresar a Tucumán. Y sobre todo, subirme al escenario de este teatro tan bello", señaló con su particular voz aniñada. En su monólogo inicial no faltaron las menciones a su padre, Juan Carlos Calabró, y uno que otro chiste machista que no alcanzó a despertar la risa de la platea. También se mostró orgullosa de haber ganado el "Cantando por un sueño". Y, sin más preámbulos, lo demostró entonando una de sus canciones más pegadizas, al ritmo de una coreografía que la tuvo como protagonista.
Iliana y Corona se encontraron en el escenario sólo al inicio y al final del espectáculo. En el medio, cada uno hizo lo suyo. Corona descargando ocurrencias subidas de tono sobre la avergonzada pero divertida platea, e Iliana cantando y bailando como aprendió en el ciclo de Tinelli. Ambos, a su manera, demostraron que son la dupla perfecta para un show que solamente busca divertir apelando a la carcajada fácil.
"Nos riamos y disfrutemos porque sino... ¿qué nos vamos a llevar de esta vida?", repitió Corona a lo largo de la velada. A su juego lo llamaron en la noche del Alberdi.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios