03 Julio 2010
A la Selección le tocó debutar contra los alemanes en el Mundial de 1958, en Suecia. El triunfalismo era tal que se daba por ganado el partido antes de entrar a la cancha. Y cuando Oreste Omar Corbatta colgó la pelota en un ángulo a los tres minutos, fue la apoteosis. Pero hasta allí llegó la ilusión de Argentina (que ese día jugó con camisetas ¡amarillas!). Los alemanes dieron vuelta el marcador con dos goles de Helmut Rahn y uno de Uwe Seeler. Fue un 3 a 1 incuestionable.
El segundo duelo con los alemanes se produjo ocho años más tarde, en Birmingham, durante el Mundial de Inglaterra. A los dos equipos el empate les venía perfecto para que la clasificación a cuartos de final no corriera riesgos, por lo que fue un 0 a 0 clavado. Imposible olvidar que resultó un partido durísimo, con mucha pierna fuerte, y en el que fue expulsado el tucumano Rafael Albrecht. Franz Beckenbauer nunca olvidó el rigor que impuso la Selección (foto) en la mitad de la cancha.
El segundo duelo con los alemanes se produjo ocho años más tarde, en Birmingham, durante el Mundial de Inglaterra. A los dos equipos el empate les venía perfecto para que la clasificación a cuartos de final no corriera riesgos, por lo que fue un 0 a 0 clavado. Imposible olvidar que resultó un partido durísimo, con mucha pierna fuerte, y en el que fue expulsado el tucumano Rafael Albrecht. Franz Beckenbauer nunca olvidó el rigor que impuso la Selección (foto) en la mitad de la cancha.
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