06 Junio 2010
QUITO.- La "justicia indígena", figura constitucional en Ecuador y en Bolivia se ha materializado en el último mes en el linchamiento de policías y la tortura, quema o flagelación de supuestos delincuentes, poniendo en aprietos a los respectivos gobiernos.
En Bolivia, indígenas del norte de Potosí lincharon la semana pasada a cuatro agentes de la unidad antirrobos, a quienes acusaron de ser ladrones de automóviles, algo que la Policía rechaza. Los indígenas se negaron por varios días a entregar los cuerpos porque exigían a los familiares desistir de cualquier acción judicial en represalia. Finalmente, los cadáveres fueron devueltos el jueves. Entre 2007 y 2009 se registraron 80 ajusticiamientos en Bolivia
En Ecuador, dos personas fueron quemadas vivas el domingo, en otro caso en que los autores fueron detenidos y acusados luego de asesinato, pese a que argumentaron que fue un acto de justicia indígena. Según la Fiscalía, amarraron de manos y pies a los uniformados, los golpearon, y después les rociaron nafta y prendieron fuego. Además, los torturaron poniéndoles ají en los ojos.
Entre otros casos en Ecuador está el de Orlando Quispe. Un pedido del Gobierno de Rafael Correa lo salvó de la horca. En cambio, cargó un pesado saco de tierra, fue azotado con ortigas y bañado en agua fría (tradición indígena) en pleno páramo, y luego, atado a unos maderos, recibió 15 latigazos en público. (AFP-NA)
En Bolivia, indígenas del norte de Potosí lincharon la semana pasada a cuatro agentes de la unidad antirrobos, a quienes acusaron de ser ladrones de automóviles, algo que la Policía rechaza. Los indígenas se negaron por varios días a entregar los cuerpos porque exigían a los familiares desistir de cualquier acción judicial en represalia. Finalmente, los cadáveres fueron devueltos el jueves. Entre 2007 y 2009 se registraron 80 ajusticiamientos en Bolivia
En Ecuador, dos personas fueron quemadas vivas el domingo, en otro caso en que los autores fueron detenidos y acusados luego de asesinato, pese a que argumentaron que fue un acto de justicia indígena. Según la Fiscalía, amarraron de manos y pies a los uniformados, los golpearon, y después les rociaron nafta y prendieron fuego. Además, los torturaron poniéndoles ají en los ojos.
Entre otros casos en Ecuador está el de Orlando Quispe. Un pedido del Gobierno de Rafael Correa lo salvó de la horca. En cambio, cargó un pesado saco de tierra, fue azotado con ortigas y bañado en agua fría (tradición indígena) en pleno páramo, y luego, atado a unos maderos, recibió 15 latigazos en público. (AFP-NA)






