19 Mayo 2010
Un lago y bancos circulares en la plaza Urquiza
El paseo será remodelado con el objeto de ofrecer sectores diferenciados para las distintas clases de público que concurren a diario. Las obras comenzarán dentro de un mes. La inversión alcanzará $ 1,8 millón. Concluidos los trabajos se hará un corredor gastronómico sobre Santa Fe al 500.
PROYECTO. En primer plano, la calesita. Al fondo, la fuente y un canal.
Un viaje al pasado y una intromisión en el futuro. La mezcla promete arrancar suspiros: nuevos bancos y luces, un lugar privilegiado para los "bajitos", sectores modernos para las presumidas adolescentes y más cemento para las clásicas caminatas. No será un simple maquillaje. La plaza Urquiza, ubicada en el corazón de barrio Norte, cambiará totalmente su fisonomía e incorporará un recurso poblado de reminiscencias: el agua. Después de medio siglo, será recuperado el pequeño lago del paseo, y los canales que lo recorren ya no permanecerán secos.
El proyecto empezará a tomar forma dentro de un mes, cuando se inicien las obras para remodelar la plaza Urquiza, el segundo paseo más visitado de la ciudad después de la plaza Independencia. La Subsecretaría de Planificación Urbana, que dirige Luis Lobo Chaklián, diseñó el ambicioso proyecto, que costará alrededor de $ 1,8 millón. El trabajo prevé reordenar el espacio y jerarquizar las diferentes áreas con el objetivo de darles una identidad apropiada a los grupos que cada día disfrutan del paseo.
La Urquiza es una plaza muy singular: reúne un público heterogéneo, y se ha convertido en el patio que necesitan miles de familias que viven en departamentos. El creciente uso de este espacio verde también genera demasiados dolores de cabeza a los cuidadores. Se calcula que el vandalismo es incomparable al de otros paseos de la ciudad: los destrozos cuestan alrededor de $ 25.000 por mes.
Los expertos debatieron la posibilidad de enrejar el paseo. Pero, finalmente, apostaron a la revalorización, a una mayor iluminación y a una vigilancia más estricta. De esa manera esperan crear conciencia entre los usuarios de la necesidad de cuidar la plaza. Lo que aún no se definió es si esta permanecerá cerrada mientras se realicen las obras de remodelación o si los trabajos se llevaron a cabo en etapas.
Cambios en los juegos
Uno de los cambios más importantes tiene por objetivo la seguridad de los niños. Por ello, los juegos se correrán hacia el centro sur del paseo y estarán delimitados por una reja enana (de unos 40 centímetros). Para integrar totalmente el sector infantil, se trasladará la calesita unos metros hacia adentro del paseo, detalló Lobo Chaklián.
Las pérgolas y los bancos cuadrados aparecen entre los elementos que pasarán al olvido. En el paseo se incorporará mobiliario urbano de diseño contemporáneo, como bancos comunitarios circulares, con los cuales se generarán ámbitos de descanso. Estos se encontrarán, principalmente, frente al Colegio Nacional, muy cerca del sector donde se encuentra la estatua del escritor Jorge Luis Borges. "El objetivo es que los estudiantes tengan su espacio definido y puedan estar más cómodos", resaltó el funcionario.
El rediseño de la caminería, con la construcción de desniveles y la instalación de una moderna iluminación le imprimirán un cambio radical al aspecto del paseo. Las veredas, que actualmente miden 3,20 metros de ancho pasarán a tener 5,60 metros; es decir, sumarán casi un metro y medio más.
El regreso del agua
Aunque el nuevo diseño le robará algunos centímetros de verde a la plaza, los especialistas consideran que de esta forma se adecua mejor al uso que se le da actualmente.
Los espacios que cuentan con césped quedarán jerarquizados, porque sufrirán una elevación. De esta manera también se evitará que el sector padezca las consecuencias de las permanentes pisadas de los transeúntes. Además, se plantarán nuevos árboles, y los que ya hayan cumplido su ciclo serán reemplazados.
Dentro de todas las mejoras, el regreso del agua será el gran atractivo de la plaza remodelada.
El proyecto prevé recrear la antigua fuente del paseo y que vuelva a funcionar el pequeño lago que caracterizó la plaza desde comienzos del siglo pasado hasta 1957, cuando desapareció el espejo de agua.
"Para esto tendremos que adecuar el canal que ya hay, y poner en funcionamiento la fuente de la calle 25 de Mayo", explicó Lobo Chaklián.
La revalorización del sector es mucho más ambiciosa: el proyecto del municipio contempla que, cuando terminen las obras en la plaza, se robará media calzada a la calle Santa Fe, frente al paseo, para darle categoría de corredor gastronómico a la movida que desde hace unos años caracteriza a la zona con importantes bares y restaurantes.
El proyecto empezará a tomar forma dentro de un mes, cuando se inicien las obras para remodelar la plaza Urquiza, el segundo paseo más visitado de la ciudad después de la plaza Independencia. La Subsecretaría de Planificación Urbana, que dirige Luis Lobo Chaklián, diseñó el ambicioso proyecto, que costará alrededor de $ 1,8 millón. El trabajo prevé reordenar el espacio y jerarquizar las diferentes áreas con el objetivo de darles una identidad apropiada a los grupos que cada día disfrutan del paseo.
La Urquiza es una plaza muy singular: reúne un público heterogéneo, y se ha convertido en el patio que necesitan miles de familias que viven en departamentos. El creciente uso de este espacio verde también genera demasiados dolores de cabeza a los cuidadores. Se calcula que el vandalismo es incomparable al de otros paseos de la ciudad: los destrozos cuestan alrededor de $ 25.000 por mes.
Los expertos debatieron la posibilidad de enrejar el paseo. Pero, finalmente, apostaron a la revalorización, a una mayor iluminación y a una vigilancia más estricta. De esa manera esperan crear conciencia entre los usuarios de la necesidad de cuidar la plaza. Lo que aún no se definió es si esta permanecerá cerrada mientras se realicen las obras de remodelación o si los trabajos se llevaron a cabo en etapas.
Cambios en los juegos
Uno de los cambios más importantes tiene por objetivo la seguridad de los niños. Por ello, los juegos se correrán hacia el centro sur del paseo y estarán delimitados por una reja enana (de unos 40 centímetros). Para integrar totalmente el sector infantil, se trasladará la calesita unos metros hacia adentro del paseo, detalló Lobo Chaklián.
Las pérgolas y los bancos cuadrados aparecen entre los elementos que pasarán al olvido. En el paseo se incorporará mobiliario urbano de diseño contemporáneo, como bancos comunitarios circulares, con los cuales se generarán ámbitos de descanso. Estos se encontrarán, principalmente, frente al Colegio Nacional, muy cerca del sector donde se encuentra la estatua del escritor Jorge Luis Borges. "El objetivo es que los estudiantes tengan su espacio definido y puedan estar más cómodos", resaltó el funcionario.
El rediseño de la caminería, con la construcción de desniveles y la instalación de una moderna iluminación le imprimirán un cambio radical al aspecto del paseo. Las veredas, que actualmente miden 3,20 metros de ancho pasarán a tener 5,60 metros; es decir, sumarán casi un metro y medio más.
El regreso del agua
Aunque el nuevo diseño le robará algunos centímetros de verde a la plaza, los especialistas consideran que de esta forma se adecua mejor al uso que se le da actualmente.
Los espacios que cuentan con césped quedarán jerarquizados, porque sufrirán una elevación. De esta manera también se evitará que el sector padezca las consecuencias de las permanentes pisadas de los transeúntes. Además, se plantarán nuevos árboles, y los que ya hayan cumplido su ciclo serán reemplazados.
Dentro de todas las mejoras, el regreso del agua será el gran atractivo de la plaza remodelada.
El proyecto prevé recrear la antigua fuente del paseo y que vuelva a funcionar el pequeño lago que caracterizó la plaza desde comienzos del siglo pasado hasta 1957, cuando desapareció el espejo de agua.
"Para esto tendremos que adecuar el canal que ya hay, y poner en funcionamiento la fuente de la calle 25 de Mayo", explicó Lobo Chaklián.
La revalorización del sector es mucho más ambiciosa: el proyecto del municipio contempla que, cuando terminen las obras en la plaza, se robará media calzada a la calle Santa Fe, frente al paseo, para darle categoría de corredor gastronómico a la movida que desde hace unos años caracteriza a la zona con importantes bares y restaurantes.
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