"Somos 'moneros' de alma", de esa manera se definen Javier Díaz , de 16 años, Marcelo Casado, de 19 y Raúl Ezequiel Díaz, de 19. Son tres muchachos de barrio, como reza el clásico tema de "La Mona", específicamente del barrio Los Pinos, y han formado un club de fans tucumano del ídolo cuartetero.
Los jóvenes llevan la figura de Carlos Jiménez dibujada en la ropa que visten. Según explicaron, pintan las remeras y luego las venden en los shows a los que van desde hace siete años siguiendo a su ídolo, experiencia que los llevó en varias ocasiones por distintas localidades de Córdoba. "La plata que ganamos con la venta de remeras la usamos para pasarla bien en los recitales de 'La Mona'", destacó Javier.
Raúl llevó su fanatismo más allá y tiene a "La Mona" inscripta para siempre en la piel. Se hizo el tatuaje a los 12 años, cuando empezó a comprar los CDs y a ir a los recitales del músico cordobés. Cuando intentó explicar qué es lo que lo impulsó a usar su cuerpo para rendirle homenaje al cantante, simplemente dijo: "es un sentimiento". Para el joven, su mayor sueño es poder subir al escenario y abrazar a su ídolo. Marcelo fue más efusivo a la hora de explicar los sentimientos que le genera el cantante cuartetero: "La Mona hace que se te muevan solas las manos y te pongás a bailar; te eriza la piel cuando canta", recalcó.
Los tres jóvenes coincidieron en que se sienten identificados con las historias que Jiménez narra en sus canciones y que eso los motiva a escuchar su música con devoción.