BUENOS AIRES.- El incremento del turismo en la costa atlántica trajo aparejado otro crecimiento: por las calles de Pinamar circulan actualmente unos 10.000 cuatriciclos, 2.000 más que en la temporada pasada. Las autoridades de la localidad confesaron que están desbordadas ante la proliferación de estos vehículos .
En lo que va de la temporada, ya entraron a Pinamar alrededor de 10.000 cuatriciclos, un número muy alto para los 60 inspectores que trabajan en la Municipalidad de esa ciudad. Los agentes deben controlar que estos vehículos no circulen por las calles, no sean conducidos por menores o por adultos sin casco, entre otras faltas. "No sabemos qué hacer. Existe un vacío legal respecto de los cuatriciclos, porque, según la Ley de Tránsito, no son un vehículo y se les prohíbe circular por la vía pública", reconoció Diego Quintana, secretario de Gobierno y Obras Públicas.
En consecuencia, los cuatriciclos estarían habilitados para andar por la playa o los médanos, zonas donde son más frecuentes los accidentes: "esos lugares se convierten en los más peligrosos, ya que el cuatriciclo no es fácil de manejar, no dobla con facilidad y requiere una técnica y aprendizaje especial para conducirlo", explicó Quintana. Según el funcionario, el problema de los cuatriciclos pone en evidencia el desapego por la ley que tienen las personas que van a veranear, ya que es muy común ver a menores conduciendo esos vehículos y adultos sin casco en la vía pública, cuando eso está prohibido.
"Es imposible poder controlar a todos los cuatriciclos. Pinamar es un distrito que tiene muchas calles serpenteantes y nuestros inspectores están apostados en puntos estratégicos. A los que se los descubre en infracción se les labra un acta y tienen que abonar multas que parten desde los $ 800", explicó Quintana y aseguró que los agentes municipales aplican unas 40 multas por día.
Quintana consideró que el éxito de Marcos Patronelli a bordo de un cuatriciclo en el reciente Rally Dakar fomentó el entusiasmo por el uso de estos rodados. Además, vinculó el aumento de este tipo de vehículos en Pinamar a una suerte de "glamour social" que está relacionado con la posibilidad de hacer turismo aventura. (Télam)