22 Enero 2010
EN ESCENA. Los estadounidenses arrancaron la gira latinoamericana en Lima, Perú. REUTERS
BUENOS AIRES.- Con un sonido demoledor, la banda de metal estadounidense brindó un concierto arrasador, para que ninguno de los espectadores que copó el Monumental olvide que Metallica había vuelto a la Argentina.
El grupo compuesto por el vocalista James Hetfield, el baterista Lars Ulrich, el guitarrista Kirk Hammett y el bajista Robert Trujillo revolvió entre la nostalgia y dio muestras de que no está acabado. Ni mucho menos.
Sin ningún artilugio, los californianos se subieron al escenario con una sola misión: tocar y saciar a las más de 60.000 personas, que se llevaron un show impresionante, en el que hasta las fisuras -si es que las hubo- pasaron desapercibidas. Para ponerlo en un cuadro.
El recorrido por sus hits no dejó disco sin revisar, sumado a la buena selección de canciones, como "Sad but true", "Fade to black" y "Seek and destroy". Pero, sin dudas, el momento más esperado llegó con los primeros acordes de "One", tema central de "And justice for all".
También hubo tiempo para disculpas: "Rompimos su corazón pero ahora vamos a repararlo", dijeron tratando de emendar la frustración generada luego de que hace seis años suspendieran una presentación en Buenos Aires.
En su recorrida por Latinoamérica, el World Magnetic Tour volverá a presentarse esta noche en River y continuará el domingo en el Orfeo de Córdoba. La excusa seguirá siendo la misma: presentar "Death Magnetic", su último disco. (Especial)