Seis etapas que definen un trabajo en equipo

Seis etapas que definen un trabajo en equipo

Los objetivos son más fáciles de alcanzar cuando los integrantes de un elenco comparten ideas y aceptan sus fortalezas y debilidades . Cuando las misiones y funciones están claras, hay más posibilidades de cohesionar el grupo. El factor confianza es fundamental. La aceptación entre los compañeros.

HACIA EL MISMO LADO. Los integrantes de un equipo trabajan para construir confianza, respetando sus roles. HACIA EL MISMO LADO. Los integrantes de un equipo trabajan para construir confianza, respetando sus roles.
12 Enero 2010

Crear un equipo es sencillo. Lo difícil es que su juego guste y sea eficaz a la hora de obtener resultados. Eso debería suceder en el fútbol, rugby, hockey, básquetbol o cualquier otra disciplina. De la misma manera, en la empresa se necesita del compromiso de todos sus recursos humanos para alcanzar los objetivos. Los expertos de el Instituto Dale Carnegie Training de Argentina (www.dalecarnegie.com.ar) elaboraron seis etapas necesarias para crear, integrar y consolidar un equipo de trabajo.
Primera etapa: Formación. El foco principal durante la etapa de formación es crear un equipo en que estén claros los objetivos, estructura, dirección y funciones, de modo tal que entre los miembros empiecen a construir una relación basada en la confianza. Durante la etapa de formación, gran parte de la energía del equipo se centrará en la definición del equipo y sus responsabilidades. Los miembros del equipo tienden a ser optimistas y a involucrarse en esta etapa. Una hora de planificación ahorrará tres horas en la ejecución, y este principio se aplica al ciclo del equipo.
Segunda etapa: Estabilización. Los miembros del equipo aprenden uno del otro y de las misiones o tareas que les han sido asignadas. Los integrantes del grupo comienzan a asentarse en sus funciones dentro del equipo. Esta etapa es crucial para que los resultados del equipo sean exitosos. Algunos de los equipos nunca llegan a experimentar esa estabilización. El trabajo en esos equipos es una experiencia difícil, porque nunca el equipo logra llegar a un equilibrio.
Tercera etapa: Integración. Los miembros del equipo sienten una creciente aceptación de sus compañeros dentro del grupo, reconociendo que la diversidad de opiniones y de experiencias los hace más fuertes y su producto más rico. De a poco los miembros empiezan a sentirse parte de un equipo y pueden tener la satisfacción de la cohesión del grupo. En esta etapa, el equipo se centra en sus objetivos, rompiendo barreras y descomponiendo metas grandes en metas más pequeñas, siempre dentro de los pasos viables.
Cuarta etapa: Actualización. Durante esta etapa, los miembros experimentarán una creciente sensación de comodidad al expresar sus ideas y sentimientos. Al mismo tiempo se genera una mayor aceptación entre los integrantes del equipo, que aprenden a valorar la variedad de experiencias y conocimientos de sus compañeros. Durante esta etapa, comenzarán a hacer un esfuerzo consciente por dejar de lado las diferencias y lograr la armonía del grupo. La comunicación se destaca y se vuelve más eficiente. Los miembros del equipo se sentirán más libres y surgirá un sentido del humor propio de cada grupo. Normalmente, el equipo se vuelve más productivo en esta etapa.
Quinta etapa: Maduración. En la etapa de desarrollo de la maduración del equipo, los miembros se sienten satisfechos con el progreso que han alcanzado. Se comparten ideas y son conscientes de sus fortalezas y debilidades. Los miembros se sienten cómodos con los modelos, los procesos del equipo, la confianza en sus capacidades individuales y las de sus compañeros. Ya hay una aceptación de las individualidades y valoran más las diferencias. En la etapa de maduración, el equipo hace un progreso significativo hacia sus objetivos; el compromiso y la competencia de los miembros del equipo es alto. Estos continúan profundizando sus conocimientos y habilidades. Los logros del equipo se miden y se celebran.
Etapa seis: Terminación. Algunos equipos -como los interdisciplinarios o los que se arman para proyectos específicos-, llegarán a su fin cuando su trabajo se haya completado o cuando las necesidades de la organización impliquen un cambio. Es importante para cualquier equipo prestar atención a la finalización. Es posible que, en cualquier momento, las personas en el equipo vayan a experimentar emociones diferentes sobre la etapa final del grupo conformado por la empresa para determinado objetivo. Durante esta etapa, algunos miembros pueden estar menos centrados en las tareas del equipo y su productividad puede caer. Otros miembros del equipo pueden encontrar que focalizar en las tareas en cuestión es una respuesta eficaz a su participación dentro del equipo. Su productividad en las tareas puede incluso incrementarse.

Postulados para sostenerse
Mantenerse ocupado.- Es mejor adelantarse a los hechos que esperar que las cosas sucedan por sí mismas. Así se podrán prever los acontecimientos. Los miembros del equipo aprecian a aquellos colegas que consiguen con esfuerzo que el equipo salga adelante.

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Mantener limpia el área de trabajo.- Ayuda a despejar su mente. Un lugar de trabajo desordenado y desorganizado confunde y retrasa la producción.

No caerse.- Al ver los reveses como oportunidades para crecer, sus posibilidades de éxito aumentan considerablemente.

Resolver los problemas de inmediato.- La dilación socava el trabajo eficaz en equipo. Como miembro del equipo, sentirá ansiedad y estrés cuando las responsabilidades se acumulen.

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Espere ingratitud.- En el ambiente laboral, todos los miembros de un equipo esperan que cada uno de lo mejor de sí mismo. Pero esperar elogios puede ser frustrante. Cuando no espera gratitud, se sentirá mejor cuando la consiga.

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