
CONGOJA EN EL BARRIO. Uno de los momentos más emotivos fue cuando el cortejo fúnebre se detuvo frente a la casa de Sandro en Banfield. REUTERS

BUENOS AIRES.- Fue un funeral multitudinario. Más de 100.000 personas ignoraron el agobiante calor de la tarde porteña y se volcaron a las calles para saludar el paso de la caravana fúnebre que trasladó los restos de Sandro hasta su última morada, en un cementerio privado de la localidad bonaerense de Longchamps. Allí, sin flashes ni cámaras, el ídolo de América comenzó su descanso definitivo.
Una lluvia de flores, en medio de aplausos y un dolor generalizado, caracterizó el paso de la caravana, que transitó más de una treintena de kilómetros con miles de personas apostadas a ambos lados del camino.
Vecinos emocionados
Sin embargo, uno de los momentos más emotivos se vivió cuando el cortejo pasó por la casona de Sandro en la localidad de Banfield, ubicada en la calle Beruti al 200, en donde lo esperaba una gran cantidad de personas, muchas de las cuales fueron vecinas suyas durante más de 30 años.
Dos helicópteros que sobrevolaban la zona preanunciaron el esperado momento en que seguidores y vecinos del ídolo pudieron tributarle una despedida al cantautor en la cuadra donde cada 19 de agosto supieron celebrarle cada cumpleaños.
Una autobomba encabezó el tránsito del cortejo por la calle Beruti mientras la muchedumbre conmocionada repartió sus sensaciones entre aplausos, llantos y muestras de desconsuelo. Semejante demostración de dolor y emoción impidió concretar el minuto de silencio previsto para despedir a Sandro y, en cambio, cada uno de los asistentes lo homenajeó a su manera mientras arrojaba flores sobre el coche fúnebre.
Con el rumbo puesto en un cementerio privado de la localidad de Longchamps, la caravana retomó la avenida Hipólito Yrigoyen pero luego, además de los vehículos, se sumó una importante legión de personas que acompañan el desplazamiento a través de esa concurrida arteria.

Testimonios
La despedida a Sandro comenzó en el mediodía del martes en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso desde donde partió ayer a las 13.40.
Una de las famosas que se acercó a despedir al ídolo fue Soledad Silveyra que, emocionada, comentó: "verlo en un cuerpo muerto no hace más que llenarme de angustia; por eso quiero recordarlo vivo y cuando suba al auto voy a escuchar sus canciones". La intérprete que compartió con el ídolo el filme "Gitano", de Emilio Vieyra, definió al cantautor como a "un caballero, un señor con todas las letras".
"Sandro era alguien que saludaba siempre, primero al de más abajo para llegar después al de arriba", describió. (NA-Télam)



