11 Diciembre 2009 Seguir en 
PIERDEN COMPETITIVIDAD. Cuando el transporte de cargas se realiza por caminos que están en malas condiciones se perjudican el productor y el fletero. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
A fines del mes pasado tuvo lugar en los salones de la Sociedad Rural Argentina, la devolución de los resultados de lo que se denominó "Supply Chain Summit", por parte del Instituto de Altos Estudios Empresariales (IAE), dependiente de la Universidad Austral. Las ponencias estuvieron dirigidas por los profesores Julio Sánchez Loppacher y Marcelo Pancotto.
Los resultados se obtuvieron luego de analizar la participación de más de 200 empresarios que representaban tanto a empresas dadoras como tomadoras de cargas a nivel país. Dicha encuesta, que se realizó entre agosto y septiembre de 2009, tuvo su primer balance en octubre pasado en las instalaciones que posee la Universidad Austral en Pilar, provincia de Buenos Aires.
De los participantes, un 34% representaba a empresas de servicios y fleteros considerados como prestadores de carga o dadores de carga y el 66% restante a empresas que son productoras y necesitan de las primeras para trasladar sus producciones hacia los principales centros de consumo del país.
El 61% de los participantes correspondieron a empresas que facturaron durante 2008 más de U$S 10 millones, y el 39% restante a empresas que facturaron hasta U$S 10 millones, representando un 55% a empresas o compañías multinacionales, y el 45% restante a compañías de alcance local.
El tema abordado que giró en torno a la cadena logística tuvo diferentes participantes y opiniones muy disímiles según las vivencias de cada uno de los participantes.
Durante el encuentro, los asistentes coincidieron en que no se toma al "desempeño de la logística" como una herramienta para realizar cambios en los procesos logísticos, cuando todos deberían hacer un balance anual y ver si los resultados obtenidos en cada uno de los eslabones es factible de mejoras.
Pocos cambios
En general, son muy pocos los que producen cambios en sus estructuras logísticas para mejorar sus procesos logísticos, algo que debería ser considerado como un error, ya que "una logística eficiente define el éxito de un negocio".
Cuando menor es el tamaño de la empresa, los errores suelen pagarse más caros y es allí donde se deben realizar, con mayor énfasis, las prácticas correctivas y los cambios.
Lo más llamativo es que entre las empresas, cuando se comenten errores logísticos, son muy pocos los que toman medidas correctivas para que los mismos no vuelvan a ocurrir.
El resultado obtenido indica que el 56% de las empresas que detectan fallas en sus cadenas no aplican las lecciones aprendidas y los errores son reincidentes. Lo más llamativo es que, además, sólo el 48% de las empresas tienen planes de contigencias cuando existen 'disrupciones' severas en el funcionamiento de la cadena logística.
Sólo la mitad de los participantes aseveró que cuentan con sistemas de medición del desempeño de la logística que, por lo general, correspondieron a multinacionales y el resto no hace nada al respecto. Siendo en general los errores cometidos los que surgen por encuestas de satisfacción de los clientes, quienes son los que marcan los errores a sus proveedores en todos los aspectos del suministro incluida la logística.
Medios de transportes: entre los asistentes, cuando abordaron el tema transporte, el 85% de los mismos consideró como de muy baja calidad al sistema ferroviario argentino, así como también un 56% consideró como muy bajo el nivel de las carreteras por donde circulan los camiones con las mercancías hacia los diferentes mercados.
Esto, que es una verdadera debilidad, le quita competitividad tanto a los productores y exportadores como a los transportistas argentinos. Sobre todo, hacia aquellos que se encuentran alejados de los mercados de consumo o de los puertos.
Estos medios de transportes ocuparon un orden de importancia muy elevado al citar a los aspectos de infraestructura, y los asistentes coincidieron en resaltar que son los indicadores que más cayeron en los últimos cinco años con una calidad del servicio muy deteriorada, debido a una falta de inversiones y de mantenimiento de la infraestructura disponible.
Despachantes de Aduana: uno de los aspectos que más preocupación generó fue que el 48% considera baja o muy baja la eficiencia y eficacia del proceso de despacho en Aduana. Cuando se abordó el tema de problemática en las rutas, entre los asistentes se remarcaron los graves problemas que causan, a la logística, los cortes de rutas en donde la legislación vigente carece de mecanismos definidos para evitarlos. De esta manera, los piquetes cobraron un aspecto muy crítico, agravando la crisis y el conflicto en las rutas.
Gestión del riesgo: El 54% considera que durante los últimos cinco años el riesgo se incrementó principalmente en las rutas con el robo de las mercaderías, afectando en forma directa el patrimonio de los empresarios y de las aseguradoras.
También se incrementó el riesgo sindical y laboral, elevándose la conflictividad en las empresas, donde los sindicatos cobraron mayor fuerza en las demandas salariales, muchas veces consideradas excesivas por el sector empresario comparadas con el nivel de incremento de la vida.
Los resultados se obtuvieron luego de analizar la participación de más de 200 empresarios que representaban tanto a empresas dadoras como tomadoras de cargas a nivel país. Dicha encuesta, que se realizó entre agosto y septiembre de 2009, tuvo su primer balance en octubre pasado en las instalaciones que posee la Universidad Austral en Pilar, provincia de Buenos Aires.
De los participantes, un 34% representaba a empresas de servicios y fleteros considerados como prestadores de carga o dadores de carga y el 66% restante a empresas que son productoras y necesitan de las primeras para trasladar sus producciones hacia los principales centros de consumo del país.
El 61% de los participantes correspondieron a empresas que facturaron durante 2008 más de U$S 10 millones, y el 39% restante a empresas que facturaron hasta U$S 10 millones, representando un 55% a empresas o compañías multinacionales, y el 45% restante a compañías de alcance local.
El tema abordado que giró en torno a la cadena logística tuvo diferentes participantes y opiniones muy disímiles según las vivencias de cada uno de los participantes.
Durante el encuentro, los asistentes coincidieron en que no se toma al "desempeño de la logística" como una herramienta para realizar cambios en los procesos logísticos, cuando todos deberían hacer un balance anual y ver si los resultados obtenidos en cada uno de los eslabones es factible de mejoras.
Pocos cambios
En general, son muy pocos los que producen cambios en sus estructuras logísticas para mejorar sus procesos logísticos, algo que debería ser considerado como un error, ya que "una logística eficiente define el éxito de un negocio".
Cuando menor es el tamaño de la empresa, los errores suelen pagarse más caros y es allí donde se deben realizar, con mayor énfasis, las prácticas correctivas y los cambios.
Lo más llamativo es que entre las empresas, cuando se comenten errores logísticos, son muy pocos los que toman medidas correctivas para que los mismos no vuelvan a ocurrir.
El resultado obtenido indica que el 56% de las empresas que detectan fallas en sus cadenas no aplican las lecciones aprendidas y los errores son reincidentes. Lo más llamativo es que, además, sólo el 48% de las empresas tienen planes de contigencias cuando existen 'disrupciones' severas en el funcionamiento de la cadena logística.
Sólo la mitad de los participantes aseveró que cuentan con sistemas de medición del desempeño de la logística que, por lo general, correspondieron a multinacionales y el resto no hace nada al respecto. Siendo en general los errores cometidos los que surgen por encuestas de satisfacción de los clientes, quienes son los que marcan los errores a sus proveedores en todos los aspectos del suministro incluida la logística.
Medios de transportes: entre los asistentes, cuando abordaron el tema transporte, el 85% de los mismos consideró como de muy baja calidad al sistema ferroviario argentino, así como también un 56% consideró como muy bajo el nivel de las carreteras por donde circulan los camiones con las mercancías hacia los diferentes mercados.
Esto, que es una verdadera debilidad, le quita competitividad tanto a los productores y exportadores como a los transportistas argentinos. Sobre todo, hacia aquellos que se encuentran alejados de los mercados de consumo o de los puertos.
Estos medios de transportes ocuparon un orden de importancia muy elevado al citar a los aspectos de infraestructura, y los asistentes coincidieron en resaltar que son los indicadores que más cayeron en los últimos cinco años con una calidad del servicio muy deteriorada, debido a una falta de inversiones y de mantenimiento de la infraestructura disponible.
Despachantes de Aduana: uno de los aspectos que más preocupación generó fue que el 48% considera baja o muy baja la eficiencia y eficacia del proceso de despacho en Aduana. Cuando se abordó el tema de problemática en las rutas, entre los asistentes se remarcaron los graves problemas que causan, a la logística, los cortes de rutas en donde la legislación vigente carece de mecanismos definidos para evitarlos. De esta manera, los piquetes cobraron un aspecto muy crítico, agravando la crisis y el conflicto en las rutas.
Gestión del riesgo: El 54% considera que durante los últimos cinco años el riesgo se incrementó principalmente en las rutas con el robo de las mercaderías, afectando en forma directa el patrimonio de los empresarios y de las aseguradoras.
También se incrementó el riesgo sindical y laboral, elevándose la conflictividad en las empresas, donde los sindicatos cobraron mayor fuerza en las demandas salariales, muchas veces consideradas excesivas por el sector empresario comparadas con el nivel de incremento de la vida.
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