Ni Silva ni Fernández, la explosiva dupla ofensiva del "Taladro", uno de los grandes argumentos del aspirante a campeón, lo hizo posible. La testa del cordobés Víctor López apareció en un momento en que el partido parecía irremediablemente encaminado hacia el empate. Tigre resistió el 0 a 0 sin ninguna ambición ofensiva en el segundo tiempo, cuando Banfield lo metió en su campo y fue una y otra vez buscando romper la paridad. Los de Victoria levantaron un cerco defensivo casi impenetrable, pensando en su propio arco y desatendiendo casi por completo el del oponente. La urgencia llevó al cuadro de Falcioni a olvidar la pausa, por momentos, y ese vértigo le restaba precisión cuando debía resolver las jugadas en el ataque. Racing ya le había planteado un esquema parecido un par de fechas atrás, pero sin resignar totalmente la búsqueda ofensiva. Tigre, en cambio, no tuvo la misma codicia y tampoco le disgustaba el resultado. La estampa elegante de Diego Castaño comandaba el plan ultradefensivo del "Matador", que se aferraba a la igualdad. La tensión y la ansiedad crecían, en la tribuna y dentro del campo, en la medida que el encuentro se aproximaba a su final. Ervitti ejecutó un tiro libre desde la izquierda y López -dio la impresión que estaba adelantado cuando partió la pelota- se elevó por arriba de todos y mantuvo el sueño bandfileño de poder dar la primera vuelta olímpica de su historia.








