Vender azúcar es el objetivo de un nuevo juego de mesa

Ricardo Sebastián Caro creó el entretenimiento, denominado Zug (tren, en alemán). El pasatiempo es de factura similar a los de estrategia. Desde niño, el ingeniero mecánico se apasionaba por este tipo de diversión.

UN SUEÑO HECHO REALIDAD. Caro muestra su creación. El juego también se está vendiendo por internet. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO UN SUEÑO HECHO REALIDAD. Caro muestra su creación. El juego también se está vendiendo por internet. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
30 Noviembre 2009
Desde chico lo apasionaron los juegos de mesa. Era tal su fanatismo que, incluso, siendo todavía un niño creaba sus propios pasatiempos con papel y cartulina. Hoy, a los 33 años, Ricardo Sebastián Caro llevó esta pasión a otro nivel y lanzó al mercado su primer juego de mesa: Zug (tren, en alemán), un entretenimiento de estrategia basado en la producción y en la comercialización del azúcar.
La idea, que ya venía germinando desde hace mucho, floreció a principios de año, cuando Caro realizó un viaje a Alemania para hacer un curso de idioma alemán. "Alemania es la meca de los juegos de mesa en Europa. Ahí es donde finalmente tomó forma la intención de lanzar mis propios juegos, algo en lo que ya venía pensando desde hace bastante tiempo", relató. Al regresar a Tucumán, el ingeniero mecánico fundó la empresa Spielen (jugar, en alemán) y empezó a trabajar seriamente en el desarrollo de Zug.

Del ingenio a la ciudad

"Yo quería hacer un juego relacionado con los trenes, porque siempre me interesaron. Después se me ocurrió que todo debía desarrollarse en el marco de la industria azucarera. Esto me permitió vincularlo con una de las principales actividades económicas de la región", aseveró. Los participantes de Zug deben competir para vender azúcar desde los ingenios a las ciudades, utilizando para ello la red ferroviaria.
Gana quien venda la mayor cantidad del producto. Para crear el juego Caro investigó la historia de la industria. "Está ambientado en la época de oro de los ingenios, cuando las locomotoras eran a vapor, y así están diseñadas", explicó.

"Exige pensar"

El objetivo del ingeniero mecánico, que se confiesa fanático del TEG, es ofrecer juegos de estrategia para el público adulto que, según su opinión, no recibe muchas ofertas de parte de la industria de los juegos de mesa nacionales. "Me interesan los pasatiempos de estrategia porque, a diferencia de los de azar, implican un proceso mental durante el cual el participante debe evaluar todas las posibilidades antes de actuar. En otras palabras, exige pensar", aseguró.
Es muy probable que todo aquel que alguna vez jugó a un juego de mesa se haya preguntado ¿cómo los crean? ¿a quién se le ocurre la idea?

Prueba y error

"Requiere mucha imaginación. Uno parte de una idea original y después hay que empezar a probar alternativas de la mecánica de juego. Hay dos elementos muy importantes: la creatividad y el proceso de prueba y error", explicó Caro.
Comentó que, en un primer momento, todo se hace de manera muy sencilla: las piezas se elaboran con cartulina y se empieza a jugar con amigos y familiares. Generalmente, surgen inconvenientes, ya que aparecen confusiones y trabas dentro del mismo sistema, que pueden dejar la iniciativa en un punto muerto. "Uno va a anotando los problemas y después se aboca a buscarles la solución. Una vez que se pule hasta el último detalle, se puede editar", detalló el creador de Zug.

Expectativas

Zug  salió a la venta hace unas semanas y está en varias jugueterías de la capital. También se lo ofrece por internet. Caro tiene al menos tres juegos más en etapa de desarrollo, a los que todavía no se les asignó fecha de lanzamiento al mercado. Dijo que su prioridad es que primero Spielen se consolide.

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