La Academia tardó 10 años en reconocer a los actores de reparto

La Academia tardó 10 años en reconocer a los actores de reparto

Muchos personajes secundarios sobrevivieron a la sombra de los protagonistas y sus responsables hasta obtuvieron brillo propio. El caso de "Casablanca".

UN PERSONAJE INOLVIDABLE. Claude Rains se destacó en Casablanca a pesar de no haber sido el protagonista. LA GACETA / ARCHIVO UN PERSONAJE INOLVIDABLE. Claude Rains se destacó en "Casablanca" a pesar de no haber sido el protagonista. LA GACETA / ARCHIVO
19 Julio 2009

Dos de las películas inolvidables de la década del 40 son, sin lugar a dudas, "Rebeca, una mujer inolvidable" (1940) y "Casablanca" (1943). La fuerza dramática de estas dos producciones ha dejado su marca a fuego en la historia del cine. La inquietante y dubitativa relación entre Laurence Olivier y Joan Fontaine y la química entre Ingrid Bergman y Humphrey Bogart han hecho suspirar a generaciones de admiradoras. Cualquiera diría que todos los demás intérpretes de estas películas podrían considerarse afortunados si por lo menos el público recordaba sus caras. Pero no fue así.
Nadie puede olvidar la estremecedora presencia de la señora Danvers, encarnada por Judith Anderson, atormentado a la pobre Joan Fontaine, que se atrevió a tomar el lugar de la idolatrada Rebeca. La escena en el dormitorio, en que le muestra las pertenencias de la difunta esposa, con un regodeo casi morboso, es un verdadero legado al talento de la extraordinaria actriz de reparto. ¿Y qué se podría decir de Claude Rains en "Casablanca"? Para los que no lo conocían, verlo en su papel es verdaderamente el inicio de una hermosa amistad. Una relación en la que se admira el arte de un intérprete impecable. En los comienzos del cine, cuando era mudo, los intérpretes no eran ni siquiera conocidos por sus nombres. Poco a poco eso fue cambiando, en la medida en que los actores empezaron a aparecer en película tras película. Pronto el público empezó a reconocer a Mary Pickford, Lillian Gish, Douglas Fairbanks y otros. La llegada del cine sonoro permitió mayor lucimiento a las estrellas, y -por debatible que pueda parecer- al desarrollo y composición de los personajes.
Figuras de apoyo
En las películas, como en toda obra de ficción, hay protagonistas y figuras de apoyo. Los actores de reparto en Hollywood siempre se caracterizaron por su calidad. Por simple decantación en una industria muy exigente, tal vez los que realmente trascendieron y se hicieron populares como rostros conocidos fueron los más talentosos, o que llegaban con un bagaje del teatro, y que con su arte supieron ganarse roles cada vez más importantes. Otros, como Rains o Anderson, fueron conocidos por los verdaderos amantes del cine, y llegaron a tener roles protagónicos.
Asimismo, el sistema de los grandes estudios, que los tenían bajo contrato durante muchos años, les aseguraban continuidad laboral. Por lo tanto aparecían en varias películas por año. John Carradine, un ejemplo extremo dada la longevidad de su carrera, cuenta con más de 220 títulos en su filmografía. Pero hay muchísimos otros que rondaron las 150 películas: Andy Devine, 142; Lewis Stone, 147; Eugene Pallette, 173; Alan Hale, 186.
La Academia de Hollywood tardó casi 10 años en reconocer esta división entre los actores principales y los secundarios, de carácter o de reparto. Desde entonces esta categoría le ha aportado mucho a las carreras de los premiados y a la posibilidad de reconocer logros magistrales.

 

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