Dos jóvenes murieron al chocar contra un camión en Famaillá

Los adolescentes, de 14 y 18 años, viajaban sin casco en una motocicleta por la ruta 38.

IMPRESIONANTE. Los cuerpos quedaron junto al enorme camión. LA GACETA/­ INES QUINTEROS ORIO IMPRESIONANTE. Los cuerpos quedaron junto al enorme camión. LA GACETA/­ INES QUINTEROS ORIO
14 Junio 2009
Cristian Eduardo Cerutti estacionó el camión con acoplado que conducía a la vera de la ruta 38, cerca de Famaillá, debido a que había sufrido un desperfecto mecánico. El cielo estaba limpio y la siesta comenzaba a ser calurosa. Cansado de esperar auxilio mecánico, el chofer de 37 años se apoyó en el paragolpes delantero. De repente, escuchó una explosión tremenda. Desesperado, corrió hacia la parte trasera del vehículo y se dio con un escena horrible: dos adolescentes estaban tirados sobre el pavimento, al lado de una motocicleta.
El siniestro se produjo a las 13.50, a poca distancia de la planta textil Grafa. "Todavía no se determinaron las causas de la tragedia. A simple vista no hay rastros de frenadas en el pavimento, solamente se puede decir que el impacto fue tremendo y que los ocupantes de la moto murieron en el acto. Ninguno de los dos llevaba casco", dijo el oficial Luis Martínez, de la Policía Vial.
Según el informe oficial, Cristian David Alderete, que el 28 cumpliría 19 años, había salido de su casa del barrio Tres Marías, muy cerca del lugar del accidente, conduciendo una Guerrero 110cc, sin dominio. Lo acompañaba su vecino, Gabriel Portales, quien dos semanas atrás había cumplido 14 años. Según la versión de vecinos, los muchachos iban a hacer unas compras. Lo que los investigadores aún no comprenden es que no hayan visto el camión Scania SSF 195 que estaba estacionado en la banquina derecha, de sur a norte, con dos acoplados cargados de citrus.
 "Al parecer, los chicos quisieron pasar los vehículos que tenían adelante por la derecha, en vez de la izquierda, como tenía que ser, y se dieron de frente con el camión", explicó uno de los investigadores.
Los resultados de las pericias, que fueron realizadas por orden del Centro Judicial Monteros, recién se conocerán mañana.

Rabia y desconsuelo
Desgarradoras escenas se vieron en el lugar del accidente. En plena siesta, el desconsuelo se mezcló con la impotencia y la bronca. Más de un centenar de familiares, vecinos y amigos rodearon el camión, pidiendo explicaciones. Incluso, según una fuente policial, hubo quienes querían incendiar el vehículo en represalia por la tragedia.
Como la Justicia no ordenó la aprehensión de Cerutti, el conductor sólo declaró en la comisaría de Famaillá y quedó en libertad. En diálogo con LA GACETA, el chofer afirmó que no pudo ver cómo se produjo el siniestro. "Me chocaron de atrás. Cuando escuché el reventón pensé que era un neumático, nunca me imaginé ver a dos chicos muertos", dijo consternado. Para Cerutti, fue el peor día de sus 37 años, cumplidos ayer, entre la ruta y la comisaría.

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