La microfilmación del diario El Orden

19 Mayo 2009
La historia es una de las disciplinas más importantes del conocimiento. Así como una persona tiene un pasado que es en el que se ha construido su identidad, lo mismo ocurre con los países. A menudo suele decirse que un pueblo sin historia carece de futuro. Los diarios y periódicos cumplen un papel relevante en los métodos de la investigación histórica porque son un espejo de las sociedades de su tiempo.
El diario El Orden fue uno de los diarios más importantes del Tucumán de fines del siglo XIX. El vespertino fue fundado en 1883 por Ernesto Colombres y luego pasó a manos del periodista León Rosenvald (1857-1923). En su libro "El periodismo tucumano: 1817-1900", Manuel García Soriano señala que El Orden fue la primera publicación local que desde el comienzo se editó como diario, y no como periódico. Sus páginas contenían una amplia información telegráfica de Buenos Aires, de las provincias y del exterior. Notables periodistas como José Posse y Alberto Gerchunoff integraron su redacción.
Dos investigadores tucumanos, miembros del Instituto de Investigaciones Históricas Ramón Leoni Pinto de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, señalaron que fue posible microfilmar los primeros 14 años del diario "El Orden" (1883 a 1897), merced al aporte de un organismo especializado en documentación y microfilmación, con fondos del gobierno español y de la residual Fundación Antorchas, que les aportó U$S 15.000.
Explicaron en nuestra edición del domingo que, pese a que el material microfilmado está disponible en el Archivo Histórico de la Provincia, el organismo carece de microlector y afirmaron que para microfilmar toda la colección -el diario cerró en 1943- se necesita dinero. La colección de El Orden es fundamental para reconstruir la historia tucumana de los últimos años de siglo XIX y las primeras décadas del XX. Los historiadores aseveraron que no se está haciendo nada para preservar el patrimonio documental. En su opinión, no existe registro -o no hay una sistematización- de las colecciones de los diarios El Trópico, La Unión, Norte Argentino, La Verdad, El Pueblo y Noticias. "Esto muestra las dificultades de construir una historia de Tucumán sin material documental. Nuestra conflictiva historia contemporánea hizo que los gremios perdieran documentación. Y la prensa sindical tampoco está disponible", dijo uno de ellos con preocupación.
Finalmente dijeron que otras de las dificultades que se les presentan a los investigadores es el acceso a las fuentes eclesiásticas, fundamentales para reconstruir la historia del siglo XIX y época colonial; y, por otro lado, manifestaron que cuando en 1990 se disolvió la Dirección Nacional de Azúcar, medio siglo de documentación que había acumulado se vendió como papel viejo. "Falta conciencia patrimonial y cultura política. El archivo de la memoria de la ciudad de Tucumán está disperso en distintas ramas de la administración pública", sostuvieron y le pidieron al Gobierno local fondos para completar la microfilmación de El Orden, así como las pasantías prometidas oportunamente.
Una de las causas de varios de los padecimientos de los tucumanos (la transgresión a las leyes, la depredación del patrimonio arquitectónico, etcétera) es el desconocimiento que tanto la mayor parte de los ciudadanos, así como de la clase dirigente y gobernante, tienen de la historia de Tucumán. Es como si los integrantes de una familia ignoraran quiénes fueron los abuelos, los bisabuelos y los tatarabuelos. Ello se refleja justamente en el poco interés por preservar el patrimonio documental. Si no sabemos quiénes somos, no podremos llegar muy lejos.

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