La “roya marrón” quebró la resistencia de la LCP 85-384

La “roya marrón” quebró la resistencia de la LCP 85-384

El aumento de la presión del inóculo de la enfermedad complica el panorama sanitario del cultivo en Tucumán y la obtención de variedades con una mejor susceptibilidad.

EL OBJETIVO. La “roya marrón” ataca el follaje del cañaveral. GENTILEZA EEAOC EL OBJETIVO. La “roya marrón” ataca el follaje del cañaveral. GENTILEZA EEAOC
17 Abril 2009

La distribución porcentual de las principales variedades cultivadas en el área cañera de Tucumán fue estimada a partir de una encuesta realizada por el Subprograma de Mejoramiento Genético de la EEAOC (2007/2008), que relevó el 47% de la superficie neta cosechable (102.009 hectáreas). El cultivar predominante es LCP 85-384 con 65,2% del área encuestada, siguiendo TUC CP 77-42, RA 87-3 y CP 65-357 con 17,2%, 7,9% y 5,8%, respectivamente.
Esta preponderancia de LCP 85-384 se acentuó y hoy probablemente alcance o sobrepase el 70% del área de cultivo. Cabe aclarar que esta encuesta no incluyó la campaña de plantación 2008.
LCP 85-384 es una variedad de excelente comportamiento productivo, que se difundió aceleradamente en Tucumán a partir de 1999. En 2005, “quebró” su resistencia a “roya marrón”, una enfermedad provocada por un hongo que se transmite fundamentalmente por el viento y ataca el follaje del cañaveral. En caña de azúcar se controla por variedades resistentes o moderadamente resistentes, porque no resulta económico su control químico. En Tucumán, la enfermedad se manifiesta al final del ciclo de crecimiento del cañaveral (fines de febrero-marzo), por lo que no sería esperable una fuerte reducción de la producción.
La EEAOC realizó ensayos en LCP 85-384 y no detectó, hasta 2008, pérdidas en el rendimiento cultural a causa de este patógeno. Sin embargo, a partir del “quiebre” de la resistencia de LCP 85-384, la presión de inóculo se ha venido incrementado, complicando el panorama sanitario y, también, la obtención de nuevas variedades más productivas, con niveles razonables de susceptibilidad. Esta situación puede agudizarse en el futuro y llegar a afectar los niveles de productividad en Tucumán.

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