Cuatro argentinos salen a la cancha en Montecarlo

Mónaco, Schwank, Acasuso y Chela están listos para debutar.

PRIMER PASO. “Pico” Mónaco se medirá con el francés Chardy y Acasuso chocará contra el español Granollers. REUTER / NA PRIMER PASO. “Pico” Mónaco se medirá con el francés Chardy y Acasuso chocará contra el español Granollers. REUTER / NA
13 Abril 2009

BUENOS AIRES.- Una serie de cambios alteró la escena tenística durante esta temporada, aunque no será la primera vez. El fin de los Masters Series, un importante incremento en los premios y la aparición de China como país protagónico mofidicaron el horizonte. Y también las polémicas. Y, en ese contexto, los torneos en canchas de polvo de ladrillo en Europa.
Gracias a las modificaciones del esquema y al apoyo de los tenistas profesionales, Montecarlo ganó la pulseada y se convirtió en un Masters Series 1.000. Allí, hará su aparición parte de la legión argentina. El certamen que se juega sobre polvo de ladrillo repartirá 2,75 millones de euros en premios.

Abren el fuego
Juan Mónaco se presentará hoy ante el francés Jeremy Chardy. Otro de la legión argentina que debuta hoy es Eduardo Schwank. El santafesino se medirá con Marc Gicquel, en tanto que el misionero José Acasuso chocará contra el español Marcel Granollers y Juan Ignacio Chela debutará contra el ruso Igor Kunitsyn.
Ayer, en la jornada inaugural, el español Tommy Robredo derrotó al alemán Rainer Schüttler por 6-1 y 6-4. Por su parte, el suizo Stanislas Wawrinka se impuso por 6-2 y 6-3 al serbio Viktor Troicki. En tanto, el alemán Philipp Köhlschreiber no tuvo problemas para vencer al letón Ernests Gulbis por 6-1 y 6-3, mientras que el italiano Simone Bolelli le ganó por 6-4, 1-6 y 6-3 al sueco Robin Soderling. (Especial-Reuter)

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ANALISIS

Mirka, dueña de la imagen de Federer

Por Sebastián Fest - DPA

Madrid.- Roger Federer tenía 19 años, pero se atrevió con Mirka Vavrinec, tres años mayor. Aquel beso que le estampó el 1 de octubre de 2000, último día de los Juegos Olímpicos de Sydney, fue el primer paso del camino que ocho años y unos meses después terminaría en una sorprendente boda secreta. Federer ya no es lo que era. No sólo pierde más partidos que nunca desde que llegó a la cima: también será padre, y ahora es un hombre casado en una ceremonia de último momento y casi sin invitados. Pueden tomar nota aquellos que lo acusaban de frío, de suizo sin pasión. “No sabía que Roger era tan divertido”, dijo luego de aquel beso Mirka, nacida en Eslovaquia y nacionalizada suiza. Muchos no entendieron jamás cómo un joven exitoso, millonario, famoso y razonablemente atractivo tuviese por novia a una ignota ex tenista que está lejos de ser el prototipo de compañía femenina que exhiben las figuras del deporte. Pero Federer nunca dudó de ella, que se encarga además de la relación con los patrocinadores y los medios de comunicación. “Mirka es todo: novia, organizadora, estilista”, escribió hace dos años una revista suiza. Y Mirka no lo niega. “Sí... Mi mano está ahí”, dice cuando se le pregunta por el “estilo” Federer. Hace unos años debía arrastrarlo a la peluquería para controlar la tendencia del suizo a dejarse crecer el pelo y atarlo con una muy poco glamorosa gomita. Las cosas ya no son así. El gusto por el lujo y el “glamour” también atrapó a Federer.
A Wimbledon llevan 27 kilos de comida suiza y ella se encarga de cocinar en la casa que alquilan. La ex tenista dice ser feliz, aunque sepa que no es una vida normal la que lleva.

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