En los barrios esperan al "señor del dengue"

En los barrios esperan al "señor del dengue"

Los chicos ya tienen un apelativo especial para los agentes sanitarios que llegan a las casas a tranquilizar a vecinos e informar sobre el mal.

LA GACETA / ANALIA JARAMILLO LA GACETA / ANALIA JARAMILLO
10 Abril 2009

"¿Trajeron repelente?" La pregunta se cuela entre el bullicio característico del mediodía de las calles del barrio Santo Cristo II, de Lastenia.
Los agentes sanitarios reciben a LA GACETA y aplican una primera medida de prevención: los rocían con aerosol.
Todos hablan de lo mismo. Promotores de salud y vecinos están aterrados. La confirmación de casos de dengue en la zona transformó la rutina: ahora viven sintiendo picaduras en todo momento, sacando cacharros y escurriendo el agua acumulada. Cualquier mosquito que sobrevuele cerca es una amenaza y muchos acaban aplastados por una palmeta.
Ellos saben que su trabajo es esencial en medio de la epidemia de dengue que afecta a la provincia. Cada jornada salen a recorrer las calles. Los agentes sanitarios tienen que encontrar enfermos y tratar de eliminar todos los factores que puedan favorecer la reproducción del mosquito Aedes Aegypti. Se envuelven en valentía pero bajo sus chaquetas blancas o verdes esconden un gran temor.
"Vivo con miedo de que me pique y que pueda llevar la enfermedad a mi casa. Tengo una hija pequeña", explica Verónica Venticinque (22). Dice que ha visto sufrir a las personas que se contagian de dengue.
"Los infectados nos cuentan que es tremendo. Dicen que la fiebre alta es insoportable, que ni siquiera pueden levantar las piernas por el dolor", relata.
Su compañero Ariel Pedraza (33), detalla que antes de salir a hacer el recorrido por las zonas críticas, donde se encontraron casos de dengue, se "bañan" con repelente.
"Los vecinos tienen mucho miedo, especialmente por los chicos. Compran repelente para sus hijos, pero los adultos no los usan. Creen que cualquier mosquito que los pique los va a matar", comenta.
Para los chicos del barrio, los agentes sanitarios son una especie de héroes que van a rescatarlos del malvado dengue, según cuenta Pedraza. Apenas los ven llegar, los niños empiezan a gritar: "ahí viene el señor del dengue". "El nos va a salvar", agrega otro pequeño. Con los panfletos y un termómetro en mano, los agentes hacen su trabajo, casa por casa. Les explican cuáles son los síntomas de la enfermedad, cómo se previene y cuáles son los peligros.
"Nos asignan las nueve manzanas que rodean a una vivienda donde se reportó un caso. Primero hacemos un bloqueo informativo y luego buscamos a las personas que presentan síntomas del mal", comenta el agente Daniel Figueroa, quien recorre las casas acompañado por Adriana Vizcarra y Roxana González Navarro.
Tras escuchar los consejos, Marina Díaz, de 20 años, abre las puertas de su casa a los agentes. Hace una semana se asustó cuando su hermana tuvo fiebre y vómitos. Por indicación de un promotor de salud, tira un cacharro con líquido que estaba en el fondo de la vivienda y dispersa con una escoba un charco de agua que se ha formado sobre el piso de tierra.
"Ya compramos repelentes para los chicos y sacamos toda basura del patio", afirma la muchacha. En otra vivienda los agentes revisan los tarros.
"No basta con sacar el agua; hay que asegurarse de que no queden huevos en el interior", explican. La dueña de casa, Mercedes López, escucha atenta.
Dice que en la puerta de su vivienda hay agua acumulada por un caño roto. "Echar gasoil o aceite quemado impide que el mosquito se reproduzca. Si quiere también puede sacar el líquido con una escoba", le sugieren los promotores.
A metros de allí Claudia Gallardo ve pasar a los agentes y los llama. Su hija, Luz (13), siente dolores en el cuerpo. Luego de revisar a la adolescente, los promotores le piden a la mujer que descacharrice el fondo de su vivienda.
La jornada de prevención llega a su fin. Los agentes se despiden. Los vecinos cierran sus ventanas, llaman a los chicos y se resguardan en sus casas. Con la palmeta en una mano y el repelente en la otra.

Comentarios