Corre, ordena, manda, defiende -cuando las circunstancias lo requieren- y hasta puede darse el lujo de habilitar a los delanteros para que ellos intenten quebrar a las defensas rivales. Hugo Fabián Lazarte, de 26 años, dejó atrás la tranquilidad del fútbol taficeño -jugaba en Villa Mitre- y se incorporó a Atlético.
Lazarte se recuperó de una operación de meniscos externos de la rodilla derecha; en un par de partidos tomó el timón y llevó al equipo a buen puerto. La figura, la camisa gris y la corbata al tono denotan que fuera de la cancha también luce pulcritud. Una cinta roja, en su muñeca derecha, es lo único llamativo. "No sé qué significa. Es un obsequio de Adriana, mi novia", dijo Lazarte y dejó abierto el diálogo.
- ¿Sos el mejor jugador de Atlético?
- Sólo trato de brindar lo mejor de mí. Realmente... no siento que sea el mejor. Por esta institución pasaron grandes figuras. Me esfuerzo por mejorar, pero no creo que me consideren el mejor.
- Junto con Gastón González vienen dando de qué hablar.
- El sistema que implementó el técnico (Aredes) me benefició. Me siento más cómodo con Gastón al lado. Si se juega con un solo cinco, a veces los espacios a cubrir son más grandes. En tanto, con otro volante central, el terreno a cubrir se achica. Gastón es un jugador interesante, gran recuperador. Además impone su temperamento al rival.
- El domingo hasta te animaste a ponerle un pase-gol a Zerrizuela.
- En esta posición tengo más tiempo para jugar con la pelota. Tengo más aire y estoy menos contenido. En Tafí jugaba solamente por el centro. Aquí lo tengo a Gastón. Mi rendimiento tiene mucho que ver con el puesto. El desgaste físico también es menor. Esto me permite terminar con más aire los partidos.
- ¿Era previsible el audaz planteo táctico de Talleres?
- Nos sorprendieron los primeros quince minutos. Es un equipo con buen trato de pelota, ordenado y con jugadores que desequilibran. Por su parte, Atlético, debido a la ansiedad de ponerse en ventaja, cometió errores y se descontroló. Esto dio el dominio a Talleres.
- ¿Qué pasó después?
- El partido cambió radicalmente, cuando nos adelantamos para evitar que ellos salieran. Cuando Molina marcó, las cosas se simplificaron.
- ¿Volviste rápido?
- Si me decían que tenía que jugar en Pirané, aunque tuviera la pierna con hielo habría aceptado, porque integro un grupo de jugadores con proyectos sólidos, que con esfuerzo y con sacrificio quieren llegar muy lejos. Estoy dispuesto a acompañarlos. El cuerpo técnico del club habla constantemente conmigo. Esto me hace sentir bien y es importante cuando estoy en la cancha.
- ¿Y en las prácticas?
- Todos los días peleamos por el puesto. Ponemos todo, pero con lealtad y con respeto. Hoy, los jugadores deben ganarse la casaca titular. Nada es gratis.
-¿Cómo son los festejos después de los triunfos?
- Medidos. Estos dos triunfos fueron casi obligados, por eso los tomamos con mucha tranquilidad.
Cantera blanquiceleste
En el fútbol infantil, la temporada de 2002 fue espectacular para Atlético Tucumán. Obtuvieron el Apertura y el Clausura de la Liga Tucumana de Fútbol en las clases 89, dirigida por Francisco Alarcón, y 91, por Ariel Martos. Además ganaron los certámenes en la 90 y la 92. La escuela es presidida por Juan Carlos Romero y por Cacho Murillo. Las actividades se están realizando todos los días en el Complejo deportivo "José Salmoiraghi". El próximo objetivo es el 23 de marzo, cuando se dispute el Mundialito de la Serenísima, que clasificará a un equipo a la ronda final que se jugará en Buenos Aires. Por su parte, en las divisiones inferiores, también disfrutaron en la clase 87 y un subcampeonato en la 85. El dirigente Enrique Rueda citó para mañana a las 17 a las clases 86 a 89, en el Complejo.