La violencia le está ganando al fútbol

BUENOS AIRES.- “Va haber balas para todos”. Ese fue el mensaje que leyeron los jugadores de Racing cuando llegaron ayer al predio para realizar la primera práctica de la semana. La barra brava del club de Avellaneda “apretó” a sus jugadores en lo que se transformó en un nuevo hecho de violencia en el fútbol argentino.
Una vez más, los barrabravas volvieron a copar la escena del fin de semana. El jueves, los hinchas de Godoy Cruz se enfrentaron con la policía de Mendoza cuando intentaron agredir a los de San Martín. La batalla campal obligó al árbitro Diego Abal a suspender el encuentro cuando apenas se habían disputado 18 minutos.
La crónica violenta siguió escribiéndose el domingo a la madrugada. Cuatro jugadores de Racing, cuyos nombres no trascendieron, fueron agredidos verbal y físicamente primero en un boliche de Lomas de Zamora y luego en una confitería de la zona. Los atacantes fueron hinchas comunes que descubrieron a los futbolistas divirtiéndose horas después de que el equipo fue goleado por Tigre, resultado que lo condenó a la zona de Promoción.
Ese día, pero a la tarde, unos 60 integrantes de “La doce”, el grupo que domina la barra de Boca, fue detenido por protagonizar incidentes en las inmediaciones del “Tomás Ducó”, antes de que el equipo de sus amores perdiera por 2 a 0 contra Independiente. La Policía informó que todo comenzó cuando efectivos descubrieron que uno de ellos portaba balas de arma de fuego y, cuando intentaron detenerlo, el resto de sus compañeros salió en su defensa.
Ayer, a primera hora, un grupo de simpatizantes de la “academia” se presentó en el predio donde iba a entrenar el plantel. Con total impunidad, colocaron banderas y pintaron leyendas agresivas en contra de los integrantes del plantel.
El técnico Ricardo Caruso Lombardi fue el primero en hablar con los barras. “Me hablaron bien, les expliqué todo y se tranquilizaron. Luego les llevé un grupo de jugadoes y les pedí a las dos partes que hablen bien y los hicieron en muy buenos términos”, explicó el entrenador.
Pablo Migliore, Franco Sosa y José Chatruc fueron los que enfrentaron a los 15 barrabravas que rompieron con la paz del entrenamiento. “Entiendo la bronca de los hinchas, por el momento que está pasando el equipo”, señaló el arquero que, por su paso en Boca, tiene experiencia en el trato con los violentos.
Para Migliore, se trató de una conversación, de las normales que se puede tener cuando "un equipo anda mal. El golero desestimó que se tratara de una apretada ni que la charla con los barras le generara miedo, porque a nadie se le escapó un tiro.
El arquero hizo autocrítica colectiva por el pobre momento futbolístico del equipo y planteó que en el partido del domingo con Godoy Cruz tienen la gran chance de revertir este proceso negativo en Racing.
“Los hinchas nos hicieron saber su preocupación, su bronca por la situación que está viviendo Racing. Y nosotros les pedimos que nos apoyen, que de esto tenemos que salir entre todos”, contó Migliore.
Más allá de la incomodidad de tener que reunirse con los barras del club, el arquero comentó que el encuentro “puede verse como algo normal, por la situación que vive Racing en estos momentos”. (Télam, NA y Especial)

Antecedentes
- Independiente. Después de haber perdido contra San Martín por 3 a 0, los hinchas se presentan en el Catalinas Park y les piden a los referentes del equipo más garra para ganarle a Racing en el clásico.

- Racing. El padre Juan Gabriel Arias, miembro de la comisión directiva del club, propuso a los jugadores un acercamiento con integrantes de la barra brava. El encuentro, previo al clásico contra el “rojo”, terminó de malas maneras y los futbolistas denuncian que fueron apretados por los hinchas.

- Tigre. Antes de presentarse en La Ciudadela, un grupo de simpatizantes se presentó ante el plantel para pedir explicaciones por el mal momento que estaban pasando.

- Independiente Rivadavia. Los barrabravas del club se presentaron en medio de un entrenamiento y cuestionaron duramente al plantel y, especialmente, a Ariel Ortega. A gritos les pidieron que comenzaran a sumar puntos en la “B” Nacional.