
El 24 de marzo próximo, el parque Nicolás Avellaneda festejará su cumpleaños número 80. Fue en esa fecha de 1929, que el progresista intendente municipal Juan Luis Nougués inauguró el paseo, que constituía todo un orgullo para la ciudad. "Parque hermosísimo", lo llamó LA GACETA en la crónica respectiva. "Sus canteros ricos en árboles, plantas y macizos florales, sus veredas amplias y cubiertas de polvo de ladrillo que les da un colorido magnífico, su rotonda para retretas y, por último, su admirable pileta de natación, lo convierten en uno de los paseos más importantes y bellos de nuestra capital", agregaba el periodista.
Al mediodía, es decir mucho antes de la ceremonia inaugural, el público había empezado a agolparse junto a la flamante pileta que constituía el máximo atractivo. Tenía la originalidad de estar rodeada por una pérgola neocolonial, estilo similar al que tenía otro flamante edificio al norte del sector central, destinado a una confitería. La pileta fue escenario de una serie de competencias acuáticas, entre los aplausos de los asistentes, convertidos ya en muchedumbre. A la hora señalada, las 18,30, arribó el intendente Juan Luis Nougués con su comitiva. En un breve y emocionado discurso, expresó que la creación estaba inspirada en el propósito de embellecer la ciudad. Y que el nombre de Avellaneda le pareció adecuado, porque el ilustre presidente impulsó la construcción del parque Tres de Febrero, que es uno de los mejores de Buenos Aires. Luego y entre aplausos, procedió a descubrir el busto en mármol del prócer, obra del escultor Enrique de Prat Gay. También se descubrió el busto del poeta Antonino Lamberti, donado por su autor Juan Carlos Iramain (pieza actualmente desaparecida). Durante todo el acto, la banda del Cuerpo de Bomberos ejecutó piezas populares. Al caer la tarde, dice LA GACETA, el parque presentaba "un aspecto admirable". En torno del busto de Avellaneda se había instalado "una especie de cerco iluminado". En el resto, "faroles y guirnaldas de focos daban al paseo una extraordinaria claridad, que contribuyó a la belleza de la fiesta, propiciando su prolongación".