

Con sólo presionar con el pulgar sobre un punto estratégico de la planta del pie se logran relajación y armonía en todo el cuerpo. A diferencia de los masajes tradicionales, el reflexológico no necesita cremas y admite el automasaje.
La reflexología es una técnica milenaria utilizada por egipcios, chinos y japoneses, que sostiene que la planta del pie es un mapa del organismo. Los masajes en cada zona energética permiten mejorar la circulación y la oxigenación a cada célula, tranquiliza y alivia dolencias. Conviene empezar con el pie izquierdo, bajando desde los dedos hacia el talón.
1- Relajar el pie sosteniéndolo con ambas manos en la zona del metatarso y empujar con una mano hacia un lado y con la otra hacia el otro (cuatro veces). Para relajar la espalda, sostener el pie con ambas manos, desde el borde interno de la planta y con la mano de arriba estrujar suavemente hacia un lado, mientras la otra queda quieta. Ir descendiendo con estos movimientos hasta el centro y volver al principio.

2- Para aflojar los hombros, tomar el dedo gordo apoyando el dedo índice en el dorso y el pulgar en la planta y rotar. Hacer movimientos circulares a un lado y al otro. Repetir tres veces.
3- Para la columna, pinzar el pie con una mano y con el pulgar masajear en forma ascendente, con movimientos circulares.
4- La cintura y el intestino se trabajan apoyando el pulgar derecho por encima del talón, mientras que la otra mano presiona suavemente hacia arriba y hacia abajo.

5- El pecho se masajea con el puño cerrado por debajo de los dedos del pie y sujetando sobre el empeine con la otra mano.
6- El estomago está en el centro, hacia adentro. Presionar levemente con el pulgar la zona.
7- Ovarios y uteros se trabajan sosteniendo el talón con una mano y con el pulgar presionando por debajo del maleolo (hueso del tobillo). Nunca hacerlo en embarazadas.
8- Para terminar, apoyar el pulgar en el plexo solar del pie de manera constante y soltar rápido, sin volver a tocar los pies. Dejarlos descansar. Este punto es clave para todo lo relacionado con la angustia y la ansiedad. (Asesoró Cecilia Carrizo El Alí)
Desde las manos se moviliza energía
Los masajes en las palmas de la mano también logran un efecto relajante y placentero. En primer lugar hay que quitar las tensiones moviendo la muñeca hacia un lado y hacia el otro. Apoyar una mano por detrás de la muñeca y rotarla. Luego, para aflojar la musculatura del pecho, hacer un movimiento de ola en toda la mano. A continuación, hacer rotación suave en cada uno de los dedos hacia un lado y hacia otro para trabajar senos nasales, cabeza, cuello y cerebro. Siempre empezar por el pulgar y terminar con el meñique.
- La zona linfática se trabaja haciendo un masajito circular desde la base del metacarpo hasta el extremo.
- Cerebro y senos nasales se masajean presionando la yema del dedo gordo en forma circular, del extremo externo hacia el interno.
- Para la zona del intestino se coloca una mano en una de las muñecas, presionando en forma circular desde un extremo hacia el otro.







