Los adolescentes hacen una mezcla explosiva de palabras para construir su propio lenguaje

Los adolescentes hacen una mezcla explosiva de palabras para construir su propio lenguaje

Cada día los chicos inventan sin darse cuenta nuevos términos que se propagan rápido por internet y se modifican constantemente. Las reglas ortográficas no se tienen en cuenta, lo que a veces les trae muchos problemas en el colegio. La necesidad de crear códigos.

01 Febrero 2009

"Eist que onda aki de paso por tu flog linda pik bueno pues solo pasaba a dejar huella solo te aviso k ya estas en mis FF sale pues te espero por mi metro". Por momentos parece que hablan en otro idioma. Pero para ellos, esta manera de expresarse es tan natural como comer. "Sale alta joda", "Ah, re", "wueno". Son algunas de las palabras que los adolescentes inventan para comunicarse dentro de su grupo de amigos o con los chicos de su edad. Muchos de los términos surgen del contacto diario con la web y sus múltiples plataformas de interacción. Los especialistas aseguran que inventar estos códigos es una necesidad porque les sirve para reconocerse y les da un lugar en el mundo.
"Las palabras salen mientras estás con tus amigos; no lo pensás. A veces no sabés cómo se dice algo y lo inventás, le ponés otro nombre", cuentan algunos de los adolescentes durante una charla informal con LA GACETA.
Se sientan, se ríen, pero sin inhibiciones contestan todas las preguntas con una seriedad que impresiona. Saben que hablan distinto y no les molesta explicar por qué. Sus nombres son Franco Lorenzetti, de 17 años; Melina Pais, de 16; María Pía Diambra, de 15; Lucas Hasbani, de 16; Agustina Gramajo Feijóo, de 17; y Nicolás Rocchio, de 17. A estos amigos les divierte crear nuevas palabras: "cuchis" (chicos de otros barrios), "te ailoveo" (deformación del I love you, te amo en inglés) y "bardear" (tirar la bronca) están entre sus favoritas.
Aseguran que el chat, los mensajes de texto y las páginas personales (como metroflog y fotolog) sirven de plataforma para que las frases "inventadas" se dispersen rápidamente. "A veces escuchás en el colegio que otros chicos usan la palabra que vos inventaste, es muy gracioso", comentan.
Escuchar una charla entre adolescentes resulta tan sorprendente como desconcertante. Lo mismo sucede cuando se intenta descifrar un mensaje de texto o una conversación por chat. Pero para ellos el proceso de creación de nuevas palabras es tan inconsciente como necesario.
Sofía Ritter y Lucía Fernández, ambas de 15 años; Ricardo Acosta, de 14; y Alvaro Fernández, de 13, coinciden en que lo más frecuente es mezclar palabras del inglés en el lenguaje que usan en la web. "ta buena la pic" (de picture, fotografía), "girl" (chica), "ok" (está bien) y "winner" (ganador) son las más comunes.
"Entre amigas también inventamos señas y gestos, por ejemplo nos tocamos la nariz cuando queremos sacarnos a algún pesado de encima", comentan las chicas.

Algunas dificultades
Hasta aquí inventar términos parece un hábito muy divertido para los adolescentes. Pero los chicos confiesan que muchas veces no respetar las normas ortográficas les trae problemas en el colegio. "Entrego un trabajo y el profesor me señala que puse la ?q?, en vez de ?que?".
Otra de las dificultades es que confunden la V con la B, o se olvidan que algunas palabras llevan H. "Es que en el chat eso no importa", se justifican.
A veces también tienen dificultades con sus padres. Los retan porque no les entienden cuando hablan o se disgustan porque se dirigen a ellos con las mismas palabras que usan entre amigos. "Mi mamá a veces me dice ?che no me digas bol...?, pero yo lo hago sin pensar, no me doy cuenta porque estoy acostumbrada", cuenta uno de los chicos del primer grupo consultado. Es que algunas malas palabras, entre los adolescentes, han perdido esa connotación ofensiva, para pasar a formar parte de un vocativo más, o sea de una forma de llamarse.
Los chicos aclaran que hay palabras que tienen varios significados, según su uso. Por ejemplo, flashear. "Si te dicen ?me ha flasheado? significa que me ha mentido. Si decís que un chico ?está flasheando? es porque está diciendo estupideces, pero si alguien ?está flasheado? es que está un poco loco", explican.
Otro caso es la adaptación de la palabra "alta". Que define algo que es de calidad superior (alta gama) pero entre los jóvenes, significa que algo está muy bueno. Es por eso que se puede escuchar "alta joda", "alta pilcha", "alta mina", según la ocasión.
Los neologismos surgen cuando no hay otra palabra que designe lo que se quiere decir. Como el caso de "effeame", que en el contexto de los metroflogs y fotologs significa poner a alguien en el listado de favoritos. Derivado de la F, surge effear y, además, resulta más corto que pedirle a un amigo: "agregame en tus favoritos".

Sentimientos
En el lenguaje de la web es complicado demostrar emociones y sentimientos. Por eso, se han creado ciertos códigos que dan la idea de algunos sentimientos básicos, como alegría o enojo.
"Se usa poner muchas vocales, por ejemplo, holaaaaaaaaa, para mostrar que estás contento. En cambio, si estás triste, escribís ?bu?, ?chu?", cuentan los chicos.
"¿Y hoy como están, feliiiiiiiices o bu?. "Estamos ok", contestan riendo.
Ellos hablan como quieren. No les importa si usan términos tradicionales, nuevos o de un idioma extranjero. Para los adolescentes la mejor forma de comunicarse es ser creativos: hacer una mezcla rara de inglés con palabras técnicas que aprenden del uso cotidiano de la computadora y acortamiento de frases. Una mezcla casi explosiva.

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