Una cinta roja rodea lo que eran un hotel y un bar

Una cinta roja rodea lo que eran un hotel y un bar

El cacique de la comunidad Quilmes admite las falencias y dice que comenzaron desde cero.

PROHIBIDO PASAR. Una de las puertas del hotel, con trabas de madera.  LA GACETA/ OSVALDO  RIPOLL PROHIBIDO PASAR. Una de las puertas del hotel, con trabas de madera. LA GACETA/ OSVALDO RIPOLL
19 Enero 2009

Antes de iniciar el recorrido y al descender de las ruinas, un gran edificio de piedra con grandes ventanales recibe y despide a los turistas. Está rodeado por una cinta roja y blanca que indica que está prohibido pasar. Allí solían funcionar un hotel y un bar que en 2007 cerraron sus puertas, después de 15 años de ser inaugurados. Los turistas que visitan las ruinas de Quilmes se asombran por el abandono y por la falta de servicios en el predio. El cacique de la comunidad india Quilmes, Francisco Chaile, reconoce que les costó administrar el lugar desde que se hicieron cargo y que, por eso, hay falencias en la recepción de visitantes.

Experiencia nueva
“Empezamos a trabajar muy despacio después del desalojo. Era una experiencia nueva para nosotros, porque el lugar dejó de contar con servicios necesarios para el turismo y tuvimos que empezar desde cero”, explica. Sin embargo afirma que desde que empezaron a administrar las ruinas, hace un año, notaron su crecimiento pese a que “aún falta la apertura de los complementos, como el museo y la confitería, para que la visita sea completa y provechosa”. Chaile señala que la idea es reflotar las instalaciones y aprovechar los edificios que están en la entrada del predio. “Nos reunimos con personal del Ente de Turismo de Tucumán para conversar sobre el complejo. Lo ideal sería que el sitio brindara los servicios de la mejor manera posible. Para eso, trabajaremos junto con el Estado”, indica. Aclara que podrán realizarlo recién cuando finalice el litigio por el que el lugar quedó clausurado. Además, trabajarán con miembros del Instituto de Arqueología de la provincia y con especialistas chilenos para recuperar la ciudad sagrada.

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