"Yo no soy ningún delincuente"

El entrenador Héctor Rivoira se hizo cargo de la situación y anunció que no piensa renunciar por haber perdido un partido. Por Carlos Oardi - Redacción LA GACETA.

DE RODILLAS. “Chulo” no puede creer lo que ve en la cancha. Sus dirigidos se durmieron y lo pagaron con una derrota, de la que él se hizo cargo.  LA GACETA / HECTOR PERALTA DE RODILLAS. “Chulo” no puede creer lo que ve en la cancha. Sus dirigidos se durmieron y lo pagaron con una derrota, de la que él se hizo cargo. LA GACETA / HECTOR PERALTA
27 Octubre 2008

 

"Nosotros no matamos a nadie, no somos delincuentes, trabajamos con toda dignidad y ponemos todo para que las cosas salgan bien. Por una derrota no voy a tirar todo por la borda", fueron las últimas palabras de Héctor Rivoira antes de despedirse de la conferencia de prensa.
La primera derrota en casa, después de poco más de seis meses, golpeó fuerte en el corazón de los simpatizantes. Un puñado de ellos mostró su disconformidad con el plantel y pidió la renuncia de algunos caudillos. En tanto, "Chulo" fue el primero en salir del vestuario junto a sus ayudantes de campo Sergio Ramos y Salvador Mónaco y a los profesores Ricardo Soma y Ernesto Dunat. Una silbatina de insultos lo recibió.
En la improvisada sala de prensa, Rivoira intentaba responder las preguntas de los periodistas, mientras de fondo algunos simpatizantes le exigían que renunciara. Silencio...

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- ¿ Parece que el calor lo sintió más Atlético que la CAI?
- No hablaría del calor. Hay una realidad. El único responsable de la derrota soy yo. En el primer tiempo, el equipo estuvo muy bien parado, de hecho podríamos haber haber sacado mayor diferencia. En el complemento, entramos dormidos y eso nos costó pasar a perder 2 a 1. Tuvimos la oportunidad de empatar el partido, erramos un penal y creamos muchas situaciones de gol, pero la pelota no quiso entrar. Repito, soy el único responsable de lo que sucedió esta vez.
En ese momento, se abrieron las puertas de la zona de la cancha de bochas y comenzaron a salir algunos jugadores. En primera fila lo hicieron los habituales suplentes, como Nicolás Castro y Damián Musto. De repente, una vez más, el vozarrón generalizado se hizo escuchar. "La camiseta de Atlético se tiene que traspirar y el que no sea del ?deca?...", cantaron.

- ¿ Qué opina de la gente?
- Demuestran lo que les está pasando en este momento. Ellos son pasionales, uno ya ha pasado por este tipo de cosas y acá estamos.

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-¿Piensa renunciar?
- No, para nada. Antes de este partido veníamos haciendo un trabajo importante, de menor a mayor. El hecho de que hayamos perdido no quiere decir que vamos a tirar todo lo que veníamos haciendo anteriormente. Vamos a seguir trabajando; vamos a seguir en la búsqueda del objetivo que planificamos con los dirigentes. A la hinchada le digo que se saque toda la bronca que tiene, que me insulte si tiene que hacerlo...

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