Acepta el cambio, pero se queda con la vieja usanza

Acepta el cambio, pero se queda con la vieja usanza

Dos concejales evalúan el nuevo escenario.

A LA ANTIGUA. Avignone (UCR) prefiere el contacto personal. LA GACETA/ JORGE OLMOS SGROSSO A LA ANTIGUA. Avignone (UCR) prefiere el contacto personal. LA GACETA/ JORGE OLMOS SGROSSO
27 Octubre 2008

Los concejales son el primer eslabón en la cadena de referencia política para un ciudadano. Por su función, mantienen un contacto fluido con los vecinos. Caminan los barrios, escuchan sus reclamos y conocen su realidad. Son, incluso, el emblema de la política territorial. LA GACETA consultó a dos ediles de la capital, uno de vasta trayectoria y otro que hace sus primeros pasos en política, sobre el impacto de las nuevas tecnologías en las formas de hacer política.
José Luis Avignone (UCR) transita su quinto período como representante vecinal. Con su experiencia a cuestas, reconoce que cambió totalmente el escenario. “Aprendí de manera forzosa; aquí se perdió la militancia política tal como nosotros la concebimos”, respondió el edil, que reconoce su reticencia a usar los nuevos instrumentos de comunicación. “Prefiero el contacto directo con los periodistas”, sostiene el radical, afecto a visitar redacciones y estudios de radio o televisión para dejar “en mano” los comunicados de prensa.
Aún así, confiesa que debió adaptarse a los nuevos tiempos: hoy posee una página de internet que chequea a diario. “Cada vez cuesta más llegar a la gente si es que no se cuenta con un aparato económico importante; es difícil hacerse escuchar. Hoy, de cada 10 casas ocho tienen una computadora, por lo que internet es una herramienta importante para difundir ideas”, dice.
“Las circunstancias me obligaron a abrir los ojos”, explica. Y recuerda un anécdota que marca su reticencia a la tecnología. “En el 96, unos amigos debieron comprarme un teléfono celular porque yo no los aceptaba. Hoy no concibo el trabajo diario sin él”, graficó.
El caso del justicialista Christian Rodríguez es distinto. Treinteañero, el dirigente creció junto con el boom de la comunicación. Sin embargo, reconoce que hay barreras sociales, culturales y económicas que impiden esa forma de gestionar en algunas zonas de la periferia. “La comunicación es hoy la herramienta más importante para hacer política. Por supuesto que antes se hace un análisis para ver en qué zona se pueden utilizar las cadenas de mails o de mensajes de texto. En las que no se puede, recurrimos a los folletos, a los afiches o a los pasacalles”, enfatiza.
Detalló que cuenta con una base de datos con los números de celulares de los dirigentes barriales. “Ahora queremos ampliarla a los vecinos, para enviar mensajes con salutaciones, por ejemplo”, añade.

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