Un clásico fue su trampolín

Un clásico fue su trampolín

17 Octubre 2008

Un partido lo marcó a Roldán para toda la vida: el primer clásico que jugó contra Atlético. "Fue en el Monumental. Tenía 16 años. Segundo Corvalán, que era el técnico, me puso en los últimos 15 minutos cuando perdíamos 1 a 0 y convertí dos goles. Al final terminamos 2 a 2. Ese día fue inolvidable. Todavía lo recuerdo con emoción. En ese equipo jugaban ?Chacho? Lizondo, Víctor Pereyra, ?Cucaracha? Sánchez y ?Pamperito? Toledo. ¡Qué jugadores, por favor!", señaló.
Lo negativo fue la frustración de no haber podido llegar a la final de un torneo Nacional en la década del 70. "Estuvimos cerca, llegamos a cuartos de final. Teníamos jugadores para llegar más lejos", indicó.

El misterio del pase frustrado
En la temporada 80, Roldán y Raúl de la Cruz Chaparro estuvieron cerca de vestir la camiseta de Atlético, pero las negociaciones fracasaron a último momento. "No sé lo que sucedió. Recuerdo que por una reglamentación que expiraba esa temporada, Atlético tenía la posibilidad de subir a Primera división, algo que habían alcanzado equipos cordobeses. Para dar ese paso debía clasificarse para los tramos finales del campeonato Nacional. Por eso intentaron formar un plantel competitivo. Como San Martín no se clasificó, casi todo el grupo terminó reforzando distintos equipos. Yo fui a jugar a Central Norte, de Salta. Para ser sincero, no me veo jugando en Atlético por todo lo que San Martín representó en mi vida", señaló.

Futbolistas inolvidables

La lista de figuras que pasaron por San Martín es enorme. Roldán reconoce que podrían formarse varios equipos inolvidables. Pero a la hora de elegir se inclinó por estos 11: Juan Maguna; Héctor Corvalán, Carlos Lizondo, Alfredo Santiago Juárez y Pedro Pablo Robles; Roque Martínez, José Humberto Noriega y él; Ricardo Troitiño, Humberto Gutiérrez y Miguel "Cucaracha" Sánchez.
"El fútbol me dejó grandes amigos como José Estoquín. Fue como un hermano para mí y lamentablemente ya no lo tenemos con nosotros. También está Roque Martínez; Troitiño, que vive en Córdoba; Luis Ignacio, con quien nos juntamos para comer un asado y conversar", señaló. A la hora de elegir sus ídolos, nombró a sus padres Eusebio y Lucinda: "mostraron una gran fortaleza a la hora de pelearle a la vida".

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