Las carreras de caballos son un espectáculo inigualable. La gente que concurre por primera vez a un hipódromo y descubre lo que es el mundo del turf, seguramente nunca más deja de ir a disfrutar de este maravilloso y apasionante deporte. El caballo es el principal protagonista, pero detrás de él hay muchas personas que trabajan todos los días para que el ejemplar llegue de la mejor forma a la competencia.
En el hipódromo hay un espectáculo dentro de la pista y otro afuera. Ver al público gritar por su caballo es algo emocionante; le hace erizar la piel a más de una persona. Además, entre carrera y carrera hay que aprender a disfrutar del show, observando a los participantes en los boxes de espera y en la redonda. La gente debe saber que el turf no sólo es apuesta y que se puede disfrutar de una jornada inolvidable, con mujeres, niños y abuelos, sin jugar ni un peso.