BUENOS AIRES.- El ex director de Desarrollo Industrial de General Rodríguez, Manuel Poggi, prófugo en una causa que investiga a una banda de narcotraficantes mexicanos, prometió, por intermedio de un abogado, que se presentará a declarar ante la Justicia.
Así lo informó el juez federal de Zárate-Campana, Federico Faggionatto Márquez, quien agregó que el ex funcionario comparecerá en el transcurso de esta semana.
Ayer, el magistrado ratificó que había efedrina 100 % pura en los tambores hallados en un galpón que Poggi alquilaba en General Rodríguez y que fue allanado el fin de semana. Esos tambores son similares en la pintura y el aspecto a los hallados en un laboratorio de drogas sintéticas de Ingeniero Maschwitz. En esa oportunidad fueron detenidos nueve mexicanos y un argentino, identificado como Marcelo Tarzia.
Estos hallazgos estarían vinculados con el triple crimen de los empresarios. "El jefe mexicano que operaba en la Argentina, Jesús Martínez Espinoza, y Tarzia tienen a ?Sebastián F? en sus agendas y lo han contactado múltiples veces", informó Faggionatto Márquez. Las sospechas apuntan a que se trata de Sebastián Forza quien apareció asesinado junto con Damián Ferrón y Leopoldo Bina.
Nuevo protagonista
En las últimas horas, un nuevo protagonista se sumó al caso. Martín Magallanes, ex socio de Forza, aseguró hoy que la muerte de su ex empleado Ariel Vilán no tiene vinculación con el triple crimen y sostuvo que el joven se suicidó porque estaba agobiado por deudas.
Además, enfatizó que su empresa, la droguería Unifarma, nunca trajo efedrina ni pidió autorización para hacerlo. "Me han llegado a comparar con Alfredo Yabrán, lo que es ridículo", protestó.
"Forza y Vilán eran el agua y el aceite, no se podían mezclar. Forza era un empresario nato y consolidado, Ariel estaba dando sus primeros pasos, eran totalmente diferentes", señaló el hombre. Sin embargo, admitió estar arrepentido de haber designado al joven que se suicidó como presidente de su compañía.
"No estaba preparado para tener esa responsabilidad -consideró- Ariel estaba abrumado, paranoico, desde que empezó la debacle financiera en diciembre. Fuimos amigos, lo conocía desde los 10 años; era un tipo excelente, de buena madera", recordó.
El empresario se rehusó decir si Forza estaba en alguna "actividad sucia" como el tráfico de efedrina. "Nuestra empresa no era fantasma, estaba verificada por los bancos, era una firma próspera y, por diferentes razones, las cosas luego se complicaron", se defendió.
Contó además que al conocer la masacre en General Rodríguez, le agarró un estupor muy grande. Citado por el diario porteño "Clarín", confesó sentirse abatido y largó: "si no fuera por el apoyo de mi familia creo que hubiera hecho lo mismo que Vilán". (Télam-DyN-NA-Especial)