Polanski, el oscuro cineasta, no piensa aún en jubilarse

El controvertido director cumple hoy 75 años. Una carrera signada por el drama y la sangre. Tuvo que irse de EE.UU., al ser acusado de violar a una chica de 13 años en la casa de Jack Nicholson.

ORIGINALIDAD. Polanski fue siempre admirado por hacer un cine distinto. ARCHIVO LA GACETA ORIGINALIDAD. Polanski fue siempre admirado por hacer un cine distinto. ARCHIVO LA GACETA
18 Agosto 2008
París.- El célebre cineasta polaco Roman Polanski, dueño de un estilo audaz que se tradujo en filmes como "El cuchillo bajo el agua", "Repulsión", "El bebé de Rosemary" y "El pianista", entre otros, cumplirá el lunes 75 años.
Sus películas son tan dramáticas y poco convencionales como su biografía. Satanismo, violencia y huída: a Roman Polanski no le gusta hablar sobre su vida. Pero sus obras lo hacen por él. Incluso el rodaje del clásico de Charles Dickens "Oliver Twist", uno de sus últimos trabajos, cuenta con elementos autobiográficos.
Es porque la niñez de este cineasta franco-polaco, que cumple 75 años hoy, no fue menos trágica que la de aquel huérfano. Su madre murió en el campo de concentración de Auschwitz, y él sobrevivió tras su huída del gueto de Cracovia en el campo, viviendo con unos campesinos.En sus filmes se habla de personas en manos de lo malvado, ya sea en el mundo de sus temores o en la vida real. Igual que él, que en 1969 perdió a su mujer, Sharon Tate, embarazada de ocho meses, al ser asesinada de forma terrible por seguidores de la secta de Charles Manson en Los Angeles.
Después de ese crimen, las películas de Polanski se volvieron aún más crueles y sangrientas. "Era obvio que mi siguiente filme, fuera el que fuese, sería más oscuro y sangriento. Si hubiese rodado una comedia me habrían acusado de insensible", declaró Polanski.
Así, "Macbeth" se convirtió, después de su película de culto "El bebé de Rosemary", en una obra que termina en sangre y locura. También fue un hito para el cine negro sin contemplaciones "Chinatown", de 1974, que fue nominada a varios Oscar. En "El pianista", también muy premiada, el pasado volvió a alcanzar a este director nacido en 1933 en París.
En esta película con claros tintes autobiográficos, Polanski se esconde tras la historia real del pianista polaco Wladyslaw Szpilman, quien espera en constante estado de terror y de hambre el final de la guerra. El director -que escribió que muchos ven en él a un enano malvado y depravado- reelabora el trauma de su niñez.
Polanski consiguió reconvertir su experiencia con la violencia, que conoció tan temprano, no sólo en filmes sangrientos, sino con humor. En "La danza de los vampiros" combina por ejemplo el horror con un estilo superficial con unos efectos muy graciosos.
Este clásico fue rodado en Hollywood. Pero en 1978, Polanski abandonó Estados Unidos para evitar un juicio, y se instaló en París. El proceso se produjo por la acusación de haber violado en 1977, en la casa de Jack Nicholson, a una niña de 13 años.
Desde 1976 el cineasta tiene la nacionalidad francesa y desde 1989 está casado con la actriz gala Emmanuelle Seigner, con quien tiene dos hijos. Es uno de los directores más originales de su época. Sus películas son en parte obras surrealistas, a medio camino entre la locura y la realidad. (Telam y Especial)

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