“Un día la encontré llorando en Tribunales y decidí ayudarla. Ella estaba desesperada y decía que el marido al final la iba a matar. No se equivocó”, aseguró Mónica López. Ella era defensora de Mónica del Carmen Pérez, la joven de 27 años que fue ahorcada por su ex pareja el lunes en un hotel de la zona de la ex Terminal. El homicida, después, se suicidó disparándose con una escopeta. Este fue el diálogo que LA GACETA mantuvo con la abogada:
- ¿Por qué cree que Pérez reinició la relación con Soraire?
- Nunca reiniciaron ninguna relación. Ella no quería saber más nada con él. Le tenía terror.
- Pero fueron juntos a un hotel alojamiento...
- Ella vivió una pesadilla. Inició su relación cuando tenía 16 años y, desde el comienzo, él la castigó físicamente y la maltrató psicológicamente durante años. Eso genera un bloqueo, y las personas que viven así se vuelven sumisas al victimario. Ese es el aspecto que debe trabajar la Justicia.
- ¿A qué se refiere?
- Las víctimas de violencia doméstica no son bien tratadas por la Justicia. Me han tocado casos en los que la mujer venía con el rostro desfigurado por los golpes y en varias fiscalías les pedían que volvieran una semana más tarde porque la prioridad la tienen las causas en cuyo marco hay detenidos. La víctima regresa, ratifica la denuncia que hizo ante la Policía y después debe esperar que se reciban los informes de los médicos. Es una situación que complica todo.
- ¿Por qué?
- Porque las víctimas se hartan de todo lo que viven. Esta gente sufre castigos físicos en su casa y después, en vez de ser contenidas, en Tribunales son humilladas. No tienen contención.
- ¿Cómo se soluciona?
- La Justicia debe unificar los criterios para atender este tipo de casos. Por las demoras en que incurren los juzgados de Familia nos vemos obligados a recurrir al fuero penal. Un depósito de persona puede demorar hasta seis meses. Es de terror.
- ¿Cómo estaba Mónica?
- Con mucho miedo. Ni siquiera se atrevió a pedir pensión alimenticia, porque sabía que eso iba a molestar a su ex pareja y temía por su vida.