01 Agosto 2008 Seguir en 
La 48º edición del Setiembre Musical contará con dos pianos flamantes. Así lo confirmó ayer el presidente del Ente Cultural de Tucumán, Mauricio Guzman, quien señaló que el Teatro San Martín recuperará el antiguo piano de cola americano marca Baldwin, que, al sumarse al portentoso Steinway comprado en 2005, posibilitará la realización de espectáculos a dos pianos, como ocurre en las principales salas de concierto del mundo.
El piano Steinway fue comprado después del accidentado concierto que brindó en setiembre de 2004 el pianista Bruno Gelber, quien debió suspender su concierto cuando saltó una de las teclas del instrumento. La tarea de reparación y restauración del piano, que tiene 35 años, se confió a especialistas de la prestigiosa casa Breyer, de Buenos Aires. El instrumento ya entró en los talleres y estará listo a fines de agosto.
El trabajo, que es profundo, incluye el cambio de los juegos de martillos y de las coberturas del teclado. También se dará nueva altura al encordado y se sustituirá todas las cuerdas de acero.
Asimismo, se reparará el mueble (lustrado y laqueado en negro azabache, su color original), que presentaba un grave deterioro por su uso constante. "Pretendemos que recupere su calidad original para que pueda estar a la altura del piano Steinway", afirmó Guzmán. El funcionario anticipó que a partir del próximo Setiembre Musical el teatro San Martín se abrirá a los conciertos a dos pianos. Está prevista la presentación del Dúo Curbelo, de las Islas Canarias; y más adelante Celina Lis y Alicia Velleville. Durante más de 30 años, el piano fue el caballito de batalla de los ensayos del coro y del ballet. "Tener un piano de cola para ensayo es demasiado lujo", aseguró el luthier Oscar Ledesma, quien precisó que 35 años de vida para este tipo de instrumentos no es mucho, y que con la reparación quedará como nuevo.
El piano Steinway fue comprado después del accidentado concierto que brindó en setiembre de 2004 el pianista Bruno Gelber, quien debió suspender su concierto cuando saltó una de las teclas del instrumento. La tarea de reparación y restauración del piano, que tiene 35 años, se confió a especialistas de la prestigiosa casa Breyer, de Buenos Aires. El instrumento ya entró en los talleres y estará listo a fines de agosto.
El trabajo, que es profundo, incluye el cambio de los juegos de martillos y de las coberturas del teclado. También se dará nueva altura al encordado y se sustituirá todas las cuerdas de acero.
Asimismo, se reparará el mueble (lustrado y laqueado en negro azabache, su color original), que presentaba un grave deterioro por su uso constante. "Pretendemos que recupere su calidad original para que pueda estar a la altura del piano Steinway", afirmó Guzmán. El funcionario anticipó que a partir del próximo Setiembre Musical el teatro San Martín se abrirá a los conciertos a dos pianos. Está prevista la presentación del Dúo Curbelo, de las Islas Canarias; y más adelante Celina Lis y Alicia Velleville. Durante más de 30 años, el piano fue el caballito de batalla de los ensayos del coro y del ballet. "Tener un piano de cola para ensayo es demasiado lujo", aseguró el luthier Oscar Ledesma, quien precisó que 35 años de vida para este tipo de instrumentos no es mucho, y que con la reparación quedará como nuevo.
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