31 Julio 2008 Seguir en 
GENTILEZA "POP ART"
Acelerado y puntilloso. Así es Joaquín Levinton, quien a punto de cumplir un año de la ruptura con Turf sacó un disco con su nueva banda, Sponsors. Se llama “110 %”. Levinton dice que ya tiene preparado el segundo trabajo con este grupo, además de otras 300 canciones y muchas ganas de tocar en vivo por todo el país.
“Nunca me detengo, siempre estoy preparado para cualquier cosa”, dice en el arranque de la charla telefónica con 4AM, como para confirmar el preconcepto que hay de él.
“Me divierte la música y tengo canciones de todos los estilos. No se repiten palabras ni géneros en ninguna. Es un entretenimiento, quiero cosas nuevas todo el tiempo, es un juego. Soy un cabeza de termo, pero practico, y la música está adentro de mí”, asegura Levinton, que siempre tiene algún bocadillo para la polémica.
Dice que esa es una de las razones por las que Turf se separó, tras tocar por última vez en el Quilmes Rock 2007. “No me puedo detener, la vida es muy corta. Cuando estaba en Turf tenía material, pero mis compañeros no lo valoraban y no podía apasionarme, porque hacía mucha más música en mi casa que con la banda. Ahora sí que lo disfruto”, se entusiasma.
La disolución de la banda que lo tuvo como frontman durante 12 años no le pesó demasiado. Al menos eso dice. “Tuve un momento de confusión, pero nunca paré de divertirme con la música, y como no tengo prejuicios el territorio que se me abre es enorme”, asegura.
Un mundo horrible
Eso que dice, y aquello otro de que tiene canciones de todos los estilos, podría sonar a demagogia o acomodamiento a reglas externas al arte. pero él sostiene que no es así. “Yo no me acomodo al mercado, sino que el mercado se acomoda a mí; pero no pienso en eso, sino en la gente, porque yo no gano plata con los discos -sostiene-. Pienso en que lo que hago tiene que servirle al público porque el mundo es horrible y alguien tiene que tirar una buenita”.
En la conversación, que no le impide seguir comiendo algo que hace ruido en el audífono del teléfono (¿una manzana?), se lo nota alegre, y cuando el periodista se lo apunta, él lo confirma. “Y sí... ¿de qué me puedo quejar? Tengo que dar lo mejor. La música es una retribución, y la música triste no debería existir, salvo que seas triste de verdad, tipo Pink Floyd, pero no me vengas con el tango. Sí con la milonga”, exige, y cuenta que “Nada”, el corte de difusión de “110 %”, está en esa línea (tararea un párrafo melancólico).
Joaquín armó Sponsors con los suplentes de Los Auténticos Decadentes. “Imaginate lo que son estos. Si los Decadentes son lo menos pero lo más, estos son lo menos de lo menos, pero lo más de lo más”, juguetea en algo que parece ser un elogio. De hecho, los Deca son sus amigos, y Jorge Serrano es uno de los cantantes invitados en su disco.
Alejando fantasmas
El cantante dice que no fue él quien armó la banda. “Me la sopló el ‘barba’, me la trajo el viento, no se puede explicar cómo llegaron a mí; es la magia de los grupos”, afirma, y eso lleva a preguntar si es de verdad una banda, o si son los músicos que acompañan a Joaquín.
“Es un grupo en serio porque no incluí y no convoqué a nadie, todo vino desde el lado de los Decadentes. Yo soy el capitán, no el jefe, porque los cuido, los dirijo y los protejo, pero no puedo echar a nadie y cobro lo mismo que todos”, asegura.
El nombre también llama la atención. “No sé, es cómico, porque cuando pregunten quién toca hoy, decís Sponsors... Y sirve también para alejar cualquier tipo de carga sobre el sponsoreo. Es para joder al rock un poco; me cago en todo”, confirma, y empieza a reirse con fuerza. “Esa es una discusión eterna, y yo sólo quiero que me respeten porque doy de mí lo mejor”, insiste.
También el título del disco obliga a preguntar por la razón. “Siempre hay que dar más... En realidad, se llama así porque el manager de Johnny Tolengo (el personaje de Juan Carlos Calabró), Mario Kaminsky, usaba una remera que decía 110%, que era lo que le sacaba a Tolengo... es un chiste. Todo esta fríamente calculado”, vuelve a reír a carcajadas.
Antes de despedirse y de confirmar que en setiembre actuará en Tucumán con Sponsors, Joaquín vuelve a hablar de su feliz presente. “Me siento un bebé recién nacido, pero viejo por la experiencia... Un pendeviejo. Es maravilloso, nos morimos de ganas de tocar, es increíble presentar algo nuevo que nadie conoce, una propuesta diferente”, cuenta. Y se despide.
“Nunca me detengo, siempre estoy preparado para cualquier cosa”, dice en el arranque de la charla telefónica con 4AM, como para confirmar el preconcepto que hay de él.
“Me divierte la música y tengo canciones de todos los estilos. No se repiten palabras ni géneros en ninguna. Es un entretenimiento, quiero cosas nuevas todo el tiempo, es un juego. Soy un cabeza de termo, pero practico, y la música está adentro de mí”, asegura Levinton, que siempre tiene algún bocadillo para la polémica.
Dice que esa es una de las razones por las que Turf se separó, tras tocar por última vez en el Quilmes Rock 2007. “No me puedo detener, la vida es muy corta. Cuando estaba en Turf tenía material, pero mis compañeros no lo valoraban y no podía apasionarme, porque hacía mucha más música en mi casa que con la banda. Ahora sí que lo disfruto”, se entusiasma.
La disolución de la banda que lo tuvo como frontman durante 12 años no le pesó demasiado. Al menos eso dice. “Tuve un momento de confusión, pero nunca paré de divertirme con la música, y como no tengo prejuicios el territorio que se me abre es enorme”, asegura.
Un mundo horrible
Eso que dice, y aquello otro de que tiene canciones de todos los estilos, podría sonar a demagogia o acomodamiento a reglas externas al arte. pero él sostiene que no es así. “Yo no me acomodo al mercado, sino que el mercado se acomoda a mí; pero no pienso en eso, sino en la gente, porque yo no gano plata con los discos -sostiene-. Pienso en que lo que hago tiene que servirle al público porque el mundo es horrible y alguien tiene que tirar una buenita”.
En la conversación, que no le impide seguir comiendo algo que hace ruido en el audífono del teléfono (¿una manzana?), se lo nota alegre, y cuando el periodista se lo apunta, él lo confirma. “Y sí... ¿de qué me puedo quejar? Tengo que dar lo mejor. La música es una retribución, y la música triste no debería existir, salvo que seas triste de verdad, tipo Pink Floyd, pero no me vengas con el tango. Sí con la milonga”, exige, y cuenta que “Nada”, el corte de difusión de “110 %”, está en esa línea (tararea un párrafo melancólico).
Joaquín armó Sponsors con los suplentes de Los Auténticos Decadentes. “Imaginate lo que son estos. Si los Decadentes son lo menos pero lo más, estos son lo menos de lo menos, pero lo más de lo más”, juguetea en algo que parece ser un elogio. De hecho, los Deca son sus amigos, y Jorge Serrano es uno de los cantantes invitados en su disco.
Alejando fantasmas
El cantante dice que no fue él quien armó la banda. “Me la sopló el ‘barba’, me la trajo el viento, no se puede explicar cómo llegaron a mí; es la magia de los grupos”, afirma, y eso lleva a preguntar si es de verdad una banda, o si son los músicos que acompañan a Joaquín.
“Es un grupo en serio porque no incluí y no convoqué a nadie, todo vino desde el lado de los Decadentes. Yo soy el capitán, no el jefe, porque los cuido, los dirijo y los protejo, pero no puedo echar a nadie y cobro lo mismo que todos”, asegura.
El nombre también llama la atención. “No sé, es cómico, porque cuando pregunten quién toca hoy, decís Sponsors... Y sirve también para alejar cualquier tipo de carga sobre el sponsoreo. Es para joder al rock un poco; me cago en todo”, confirma, y empieza a reirse con fuerza. “Esa es una discusión eterna, y yo sólo quiero que me respeten porque doy de mí lo mejor”, insiste.
También el título del disco obliga a preguntar por la razón. “Siempre hay que dar más... En realidad, se llama así porque el manager de Johnny Tolengo (el personaje de Juan Carlos Calabró), Mario Kaminsky, usaba una remera que decía 110%, que era lo que le sacaba a Tolengo... es un chiste. Todo esta fríamente calculado”, vuelve a reír a carcajadas.
Antes de despedirse y de confirmar que en setiembre actuará en Tucumán con Sponsors, Joaquín vuelve a hablar de su feliz presente. “Me siento un bebé recién nacido, pero viejo por la experiencia... Un pendeviejo. Es maravilloso, nos morimos de ganas de tocar, es increíble presentar algo nuevo que nadie conoce, una propuesta diferente”, cuenta. Y se despide.
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