SANTA ROSA, La Pampa.- Arquímedes Puccio, el jefe de la banda familiar condenado a reclusión perpetua por haber secuestrado y asesinado a empresarios en su casa del barrio bonaerense de San Isidro, salió en la noche del miércoles de la prisión local en libertad condicional.
Ayer a la mañana, Puccio, de 79 años, se instaló en forma provisional en un templo evangélico, donde comparte una habitación con otros seis ex presidiarios, y fue acogido por el pastor Héctor Villegas, aunque planearía volver a vivir en Buenos Aires.
El pastor Villegas dijo que el múltiple homicida “por ahora lo único que necesita y quiere es tranquilidad, por eso está compartiendo tiempo con nosotros y durmiendo en una habitación en la que sólo hay colchones, donde siempre prestamos auxilio a la gente que lo necesita”.
El juez de Capital Federal, Sergio Holgado, consideró cumplidos para Puccio los 25 años de prisión -contabilizando un tramo de la condena bajo la ley del dos por uno- y, en consecuencia, resolvió su excarcelación de la Unidad Penal 4 de Santa Rosa.
Puccio llegó a La Pampa el 25 de setiembre de 2004 para ser alojado en el Correccional Abierto de General Pico, tras habérsele revocado la medida de prisión domiciliaría de la que gozaba en San Isidro. Sin embargo, durante su estadía allí salió una tarde hasta una despensa que estaba frente al penal de régimen abierto y robó dos sobrecitos de sopa, que escondió en un bolsillo de su sobretodo. El propietario del comercio lo advirtió y lo denunció, sin saber que era Puccio, y de ese modo en agosto de 2005 perdió sus privilegios y recayó en la Unidad Penal 4, de Santa Rosa, donde terminó de cumplir su condena con normalidad.
Entre 1983 y 1985, la banda liderada por Arquímedes -que en 1973 estuvo vinculado al entonces ministro de Bienestar Social, José López Rega- secuestró a los empresarios los mantuvo cautivos y terminó asesinádolos pese a que habían cobrado los rescates. También secuestraron y mantuvieron cautiva a Nélida Bollini de Prado, pero el lunes 23 de agosto de 1985 personal de la Policía Federal allanó la casona y consiguió rescatarla con vida. El imputado, que nació en 1930, fue funcionario de Cancillería e integró grupos ultranacionalistas.
El 30 de junio supo que Alejandro Puccio, uno de los cinco hijos de Arquímedes y ex rugbier condenado junto a su padre, murió a los 49 años, como consecuencia de una infección generalizada, luego de pasar los últimos ocho meses en libertad gracias a un recurso que había presentado su defensa para dar por cumplida su condena.
Negativa
Una y otra vez, Puccio hijo negó haber sido parte de esa banda: dijo que vivía en esa casa de San Isidro donde estuvieron secuestradas las víctimas, pero aseguró que nunca supo nada, y proclamó que era inocente. Quiso suicidarse cuatro veces.
Arquímedes Puccio organizaba toda la logística para cometer los secuestros, y actuaba con una crueldad suprema, tanto en las condiciones en que mantenían a los rehenes, como con la forma para tratarlos y de hablar con sus familiares. El “clan Puccio” estaba integrado, además de Arquímedes y de su hijo, por Gustavo Contepomi; el coronel retirado Rodolfo Victoriano Franco; Guillermo José Luis Fernández Laborde; el albañil Herculeano Vilca y Roberto Oscar Díaz.
A pesar de que los otros presos le pedían que les hablara de sus crímenes, él siempre se negó a hacerlo.
“Perfeccionó su forma de delinquir”
“Esto es una vergüenza. Si bien Puccio cumplió los dos tercios de la condena, no puede estar en libertad porque va a seguir secuestrando. Es lo único que sabe hacer”, dijo Rogelia Pozzi, viuda del empresario Aulet. “Puccio perfeccionó su forma de delinquir, por lo que la sociedad no va a estar tranquila con este hombre suelto”, opinó la mujer. (DyN-NA-Télam)