La tecnología se coló en las protestas ciudadanas

La tecnología se coló en las protestas ciudadanas

13 Julio 2008
La tecnología se convirtió en uno de los pilares en los que se sustenta la espontaneidad del reclamo social. De hecho, uno de los antecedentes más emblemáticos se registró en 2004 en España, dos días después del atentado en la estación de Atocha. La gigantesca movilización fue convocada por distintos movimientos sociales vía mensajes de texto, foros de internet y mediante el tradicional boca a boca.
En Argentina, el conflicto entre el campo y el Gobierno alumbró este mecanismo. El lunes 16 de junio, en las principales ciudades del país se registraron cacerolazos y bocinazos. La convocatoria se hizo unas cuantas horas antes, mediante SMS: “a las 20 hs, en todo el país bocinazos y cacerolazos y apagón por 15 p pedir un basta cristina”.
En 2002, en su libro “Smart Mobs: The Next Social Revolution” (traducido como “Multitud inteligente”), el norteamericano Howard Rheingold (escritor e investigador de las implicaciones sociales de la tecnología) alertó que las nuevas tecnologías permitirían nuevas formas de coordinación de las protestas políticas. Según el autor, “los smart mobs son un indicador de la evolución de las tecnologías de comunicación y son estas las que les otorgan poderes a las personas”.

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