Un camión debe perder seis horas para llenar el tanque

Mientras haya actividad económica, el sector de transporte de cargas por camiones tendrá vida. Así lo entiende el empresario Julián Lenis, miembro de la Asociación de Transportistas de Cargas de Tucumán (ATCT). “A pesar de la crisis que pueda estar incubándose en el país, en la medida de que haya expansión de la frontera agropecuaria, o avances en la genética, o crecimiento de la economía, el camión será útil para mover las producciones”, reflejó. Sin embargo, los problemas de abastecimiento de gasoil son el Talón de Aquiles del sector.
“La variable ‘suministro de combustibles’ se nos escapa de las manos y representa un verdadero dolor de cabeza para nosotros, porque la escasez de gasoil nos hace perder valioso tiempo”, recalcó Lenis. Reveló que en los últimos meses cada unidad tuvo que resignar un promedio de 6 horas solamente para llenar el tanque con combustible. “Lo alarmante es que en situación normal de abastecimiento, la demora es nula”, aclaró.
Tiempo es dinero, y cargar gasoil se transformó en un sobrecosto que debe afrontar el sector de transporte de cargas por camiones. Lo peor es que el problema asoma como la punta de un iceberg, y promete agudizarse en el corto plazo. El fantasma que amenaza con volver es la falta de gasoil. Días atrás, el presidente de la petrolera Shell en la Argentina, Juan José Aranguren, fue contundente: “vamos a tener serios problemas”, vaticinó. Dejó en claro que la oferta de gasoil “está corriendo de atrás a la demanda” y reveló que hoy no hay inversión en refinación. “La única variable que queda es la importación", afirmó Aranguren. Según los cálculos del número uno de Shell, este año el país deberá importar 3,2 millones de metros cúbicos de gasoil para la demanda genuina, sin contar el combustible que será necesario para remplazar el gas natural.
Pese a estas dificultades, el transporte de cargas por camiones atraviesa su momento ideal en Tucumán, debido a que están en marcha las cosechas de granos (con restricciones por la protesta agraria), de caña y de limones. “El transporte es parte de un todo, y cada actividad ayuda a que se mueva la economía de nuestro sector”, profundizó Lenis. Aunque Tucumán no se caracteriza por tener un gran desarrollo en el traslado internacional de mercaderías, la actividad estacional originada en las principales cosechas representa un verdadero boom de demanda de vehículos de gran porte.
“Debido a que la demanda de camiones en Tucumán es fundamentalmente estacional, no  se puede hablar de una tarifa uniforme, porque esta se pacta en función de la demanda y de la disponibilidad de vehículos que haya en determinado momento”, precisó Lenis. Según el empresario, muy distinto sería el caso si nuestra provincia tuviera un gran desarrollo industrial, como sucede en Córdoba y en Rosario, por ejemplo, distritos en que la demanda de transportes de cargas es sostenida durante todo el año.

Renovaciones
Cada año, la flota de camiones de Tucumán se va renovando, tanto que muchas empresas no pueden acceder a las nuevas unidades en forma inmediata, dado lo sostenido de la demanda. Pero en los últimos tiempos se observa una retracción en la financiación para la compra de nuevos camiones, según destacan los transportistas. De acuerdo a esta posición, la comercialización de estos vehículos se materializa, en gran medida, de contado o a plazos reducidos. Esto significa que las empresas de transporte deben tener una envergadura económica importante si desean mantener actualizada su flota de camiones.
La modernidad de los camiones ayuda a prevenir accidentes, pero los transportistas rechazan las acusaciones de que son los vehículos de gran porte los principales responsables de la crisis que se vive en las rutas argentinas.
“Los camiones no son los grandes participantes de los accidentes; porque hay una constante capacitación de los conductores y se cumplen permanentemente con los requisitos de revisión técnica obligatoria. Aquí el problema es que en los últimos años se amplió en forma sustancial el parque automotor en general, y las rutas no dan abasto para contenerlo”, concluyó Lenis.