
"Lo nuestro es vender formas y colores"
Profesión en auge. Aliados ineludibles del comercio, los vidrieristas han ido ganando espacios en Tucumán durante los últimos años y hoy son muy requeridos. Profesionales señalaron que va en aumento la conciencia de que la forma de exhibir el producto es decisiva. Nuevas tendencias.
EN ACCION. Marcelo Avila viste a un maniquí de una casa de ropa. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO

Lo cierto es que preparar una vidriera se ha convertido en una especialidad de la decoración, con sus propias técnicas y pautas. Así lo reafirmaron Murúa y Marcelo Avila, otro profesional con muchos años de trayectoria en el medio.
"Los comerciantes saben que los vidrieristas son un apoyo esencial para el éxito del negocio, y también son defensores y muy leales a la imagen de la firma", sostuvo Isabel Alonso de Obeid, propietaria de una lencería.
Murúa y Avila coincidieron en señalar que la tendencia mundial de las vidrieras viene de la mano de un fuerte condimento escenográfico. Se conciben como un valor agregado a los productos que se ofrecen. "Lo nuestro es vender formas, colores, iluminación y movimiento", expresó Avila.
Hace más de 20 años, eran pocos los vidrieristas que había en Tucumán. Claudia Murúa reconoce como sus maestros a Luis Villagra y a Chacho Pacheco, a quienes considera precursores del oficio.
Hoy, en cambio, hay muchos más profesionales dedicados a la actividad. Algunos cursaron la carrera de decoración de interiores, otros vienen del diseño gráfico o de disciplinas afines. Lo cierto es que ningún negocio que aspire a posicionarse puede prescindir, en la actualidad, de un especialista.
Marcelo Avila hizo su primera vidriera en Tafí Viejo, hace 15 años. "En muchas oportunidades lo que en realidad seduce no es la mercadería, sino la forma en que están dispuestos los productos, así como la decoración y la iluminación de la vidriera", señaló, y comentó que los tucumanos no están acostumbrados a los escaparates con pocos productos. "Quieren ver todo de una vez", indicó.
Agregó que este tipo de vidrieras son frecuentes en el centro, mientras que en los shoppings la tendencia es mostrar pocos objetos o un producto que sintetiza la marca. "Incluso, suelen reemplazar los maniquíes por fotografías o gigantografías publicitarias", destacó.
Temas preferidos
Las vidrieras favoritas de Avila son las de ropa. "Recuerdo que en otras épocas las prendas se exhibían en perchas de madera o de metal colgadas con tanzas. Después llegaron los maniquiés estructurales y los bustos suspendidos en pilares. Actualmente contamos con los maniquíes de fibra de vidrio y de resina", detalló.
En cuanto a su trabajo, Avila dijo que recrea en cada vidriera la escena que le viene a la mente cuando piensa un producto. "Soy fiel a mis instintos, a mi sensibilidad y a cómo concibo una idea", señaló.Claudia, a su vez, disfruta las vidrieras que prepara para el Día de los Enamorados, sobre todo en las lencerías. "En estos casos el desafío consiste en lograr que los hombres entren a los negocios de ropa íntima y compren aquello que imaginaron para sus parejas, y que también lo hagan las mujeres de todas las edades porque se sienten tentadas a vestirse de un modo sensual", indicó.
Añadió que también le gusta preparar vidrieras de casas que venden artículos para bebés porque permiten recrear ambientaciones cargadas de ternura.
Avila clasifica los negocios de acuerdo con lo que piden sus dueños. "Hay locales que solicitan a los vidrieristas que destaquen precios y mercadería. Quieren que se vea todo lo que tienen y que los precios figuren en forma destacada; hay otros que muestran la moda, lo que se usa: exhiben las grandes marcas y los colores que serán las estrellas de una temporada; son los que imponen la moda en Tucumán", dice. Y hay un tercer grupo de negocios alternativos donde la gente compra originalidad. Estos negocios venden productos que constituyen una forma de vida para determinado sector social: rockeros, artistas, gays, tecno, hip hop, las llamadas tribus urbanas, entre otros. Por lo general, los comerciantes tucumanos dejan amplia libertad a sus escaparatistas en el armado de las vidrieras. "En algunas ocasiones nos indican en qué lugar prefieren que exhibamos un nuevo producto, o que destaquemos los colores de algunas prendas, pero por lo demás confían en nuestra experiencia", dice Claudia.







