"Fue acertada la decisión de recuperar las islas"

"Fue acertada la decisión de recuperar las islas"

El contraalmirante Carlos Busser fue el comandante de las Fuerzas de Desembarco que recuperaron el archipiélago el 2 de abril de 1982.

COMO SI NADA HUBIERA PASADO . Una imagen actual, casi bucólica, de las Islas Malvinas, a un cuarto de siglo de una guerra que ha dejado casi mil muertos: 650 del lado argentino y 253 del lado británico.  LA GACETA/ ALVARO AURANE (ENVIADO ESPECIAL) COMO SI NADA HUBIERA PASADO . Una imagen actual, casi bucólica, de las Islas Malvinas, a un cuarto de siglo de una guerra que ha dejado casi mil muertos: 650 del lado argentino y 253 del lado británico. LA GACETA/ ALVARO AURANE (ENVIADO ESPECIAL)
02 Abril 2008
Dentro de un camarote del buque Cabo San Antonio, un grupo de oficiales cena una comida frugal pocas horas antes de desembarcar en las Islas Malvinas. Esta imagen quedó grabada en la mente del contraalmirante (R) Carlos Alberto Busser, que fue el comandante de las Fuerzas de Desembarco que recuperaron el archipiélago el 2 de abril de 1982. Afirma que nunca va a olvidar lo que reflejaban los ojos de esos militares. "Sólo encontré miradas firmes, esperanzadoras", recuerda. "Pensé: ¿cuántos de ellos mañana ya no van a estar? Y después me pregunté: ¿estaré yo mañana? La idea de la muerte, que se puede producir en el combate, siempre está presente".
El contraalmirante Busser forma parte de la promoción 1946 que egresó del Colegio Nacional de Tucumán. Sucede que su padre, que trabajaba en el Banco de la Nación Argentina, fue enviado a desempeñarse en la filial tucumana de la entidad bancaria.
Busser cursó cuarto y quinto año del secundario en la provincia. En 1947 ingresó a la Escuela Naval. "De Tucumán tengo un recuerdo muy lindo. Porque he pasado años muy felices de mi juventud. Estuve en esa provincia cuando tenía 17 y 18 años y esa es, tal vez, la edad más linda de mi vida. Allá dejé amigos y regresé varias veces", aseguró.
Actualmente, Busser, que se retiró en 1984, vive en Buenos Aires. Está casado y tiene tres hijos adultos que son profesionales. Además de marino, es licenciado de Administración y hasta el día de hoy trabaja en la actividad privada.
Veintiséis años después de la incursión en Malvinas, Busser, que tiene 80 años y que habló ayer telefónicamente con LA GACETA, sostiene que fue acertada la decisión de recuperar el archipiélago y, luego, de defenderlo. Cree que si no se hubiera realizado la acción militar, en la actualidad las islas serían sólo un recuerdo sin interés para los argentinos.

- ¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza cuando alguien le recuerda el desembarco?
- Siento un gran orgullo por lo que hicieron mis hombres. Yo me atrevería a calificarlo como un perfecto equipo de combate donde estaban integrados la Armada y el Ejército, que trabajaron coordinados con la Fuerza Aérea. Otro punto a destacar fue el comportamiento excelente que tuvieron todos nuestros hombres con la población y con los militares británicos. El requerimiento del Gobierno argentino había sido que la operación resultara incruenta, lo cual es muy difícil de lograr en una acción militar, porque cuando empiezan a funcionar las armas se producen muertos y heridos. Pero nosotros tuvimos la ayuda de Dios y logramos ese objetivo.

- ¿Cómo fueron la noche del 1 de abril y la madrugada del 2?
- Esa noche dormí poco. Los comandos anfibios llegaron a la playa a las 23 del 1 de abril. A las 5 del día siguiente yo estaba en el puente del buque. Media hora después vimos destellos de explosiones y las trazas rasantes de las ametralladoras. Recién sentí alguna emoción cerca de las 9, cuando ya había desembarcado en las islas. Lo que pasa es que fueron momentos muy tensos en los que tuve que resolver muchos problemas; tenía tres hombres heridos.

- ¿Qué opinión le merece la incursión militar en las islas? ¿Qué aciertos hubo y qué errores se cometieron?
- La decisión de recuperar las islas estuvo bien. Se lo puede discutir y podemos pasar un día entero exponiendo argumentos a favor y en contra. En mi opinión, estuvo bien hacerlo, porque, si no, el tema de Malvinas estaría olvidado; sería solamente una curiosidad académica. La segunda decisión acertada fue la de defenderlas. De entrada, todos habíamos asumido que los ingleses iban a venir a presentar combate. Si algún militar creyó que los ingleses no iban a venir tenía algún problema profesional. De hecho, el 3 de abril ya estábamos pensando en la defensa. Estuvo bien defender las islas, porque, si no, íbamos a quedar como unos cobardes.

- ¿Y los errores?
- Durante la guerra aparecieron actos de enorme heroísmo que deberían ser rescatados. De todos modos, en todas las guerras se producen errores causados por la situación que se vive. Las guerras son tan malas que los pueblos tratan de evitarlas. Y los militares tienen una curiosa característica. Tienen una profesión y no la ejercitan. Cuando llega el momento, tienen muchos conocimientos, pero poca experiencia. Eso es lo que pasó en Malvinas. Los ingleses también cometieron muchos errores, pero tuvieron la suerte de ganar.

- ¿Solamente tuvieron suerte?
- Intervino la ayuda logística y de inteligencia que les dio Estados Unidos.

- ¿Cree que las islas volverán a ser gobernadas por argentinos por vías diplomáticas?
- Sería deseable que las Malvinas vuelvan a ser argentinas por vías diplomáticas. Pero no creo que sea así. Los ingleses sólo van a devolver las islas cuando a ellos no les convenga tenerlas. Si no, van a pelear por ellas. Supóngase que tenemos un conflicto entre usted y yo. Y usted dice: "yo voy a negociar con Busser". Pero yo respondo que no voy a negociar ¿Qué clase de negociación se produce? Ninguna. Bueno, eso es lo que nos pasa con Gran Bretaña. Aquellos que sólo dicen que van a recurrir a la diplomacia para recuperar las islas tienen un enfoque lírico, pero poco realista, porque Gran Bretaña sostiene que va a defenderlas, que no las va a entregar. De todos modos, yo creo que es deseable que se llegue a un acuerdo.

- ¿Qué percepción cree que tiene la sociedad argentina sobre el conflicto?
- Si el tema no está más vigente es por culpa nuestra. Nos está sucediendo un fenómeno muy raro. El 14 de junio de 1982 se rindió la guarnición militar que estaba en las islas, no la Argentina. El país no se rindió. Pero parece que en la posguerra se logró que nos rindiéramos espiritualmente. Y eso es muy preocupante.

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