05 Marzo 2008
ESCENARIO TEMPESTUOSO. En la Casa Blanca, Bush defendió a Uribe, en medio de la tensión mundial. REUTERS
Washington.- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, manifestó que apoya totalmente a Colombia en la crisis con Ecuador y Venezuela; advirtió que su país se opone a cualquier acto de agresión que pueda desestabilizar la región y acusó a Hugo Chávez de llevar a cabo maniobras provocativas.
Bush dijo que Estados Unidos está parado al lado de los colombianos y de su presidente, Alvaro Uribe, porque el conflicto es una cuestión de seguridad.
Y se declaró listo para ayudar a Uribe a enfrentar la visión radical de aquellos que buscan socavar la democracia y crear divisiones en el hemisferio.
La crisis diplomática se desató a partir del ataque del ejército colombiano en tierras ecuatorianas a un campamento de las FARC, en el que murieron 21 guerrilleros, incluido Raúl Reyes, el número dos de la organización guerrillera, considerada terrorista por Colombia. "Le dije (a Uribe) que Estados Unidos seguirá al lado de Colombia mientras enfrenta la violencia y el terror y lucha contra los traficantes de drogas", aseveró.
Bush aprovechó la crisis para llamar a republicanos y a demócratas en el Congreso estadounidense a unirse para aprobar el Tratado de Libre Comercio entre Washington y Bogotá.
Denuncia internacional
Uribe, a su vez, anunció ayer que demandará a Chávez ante la Corte Penal Internacional por su supuesto apoyo a las FARC. "Debe explicar el presunto delito de financiación de genocidas", dijo Uribe. "No podemos permitir que país alguno, que gobierno alguno, se solidarice y se convierta en cómplice de los terroristas. Nosotros no somos guerreristas pero no somos débiles; nosotros no podemos permitir que estén terroristas refugiados en otro país causando el derramamiento de sangre de nuestros compatriotas", dijo.
El anuncio se produjo después de que documentos e información encontrada en las computadoras de Reyes, un importante comandante de FARC, dejaran al descubierto nexos de los gobiernos de Caracas y Quito con esa guerrilla. En la operación militar también murieron otros 23 rebeldes.
Uno de los documentos dejó planteada una posible financiación con U$S 300 millones del Gobierno de Chávez a las FARC, situación que fue negada por Caracas. Autoridades colombianas también revelaron un supuesto compromiso de Chávez para entregar fusiles viejos a ese grupo rebeldes conformado por unos 17.000 combatientes. (Télam-Reuters)
Bush dijo que Estados Unidos está parado al lado de los colombianos y de su presidente, Alvaro Uribe, porque el conflicto es una cuestión de seguridad.
Y se declaró listo para ayudar a Uribe a enfrentar la visión radical de aquellos que buscan socavar la democracia y crear divisiones en el hemisferio.
La crisis diplomática se desató a partir del ataque del ejército colombiano en tierras ecuatorianas a un campamento de las FARC, en el que murieron 21 guerrilleros, incluido Raúl Reyes, el número dos de la organización guerrillera, considerada terrorista por Colombia. "Le dije (a Uribe) que Estados Unidos seguirá al lado de Colombia mientras enfrenta la violencia y el terror y lucha contra los traficantes de drogas", aseveró.
Bush aprovechó la crisis para llamar a republicanos y a demócratas en el Congreso estadounidense a unirse para aprobar el Tratado de Libre Comercio entre Washington y Bogotá.
Denuncia internacional
Uribe, a su vez, anunció ayer que demandará a Chávez ante la Corte Penal Internacional por su supuesto apoyo a las FARC. "Debe explicar el presunto delito de financiación de genocidas", dijo Uribe. "No podemos permitir que país alguno, que gobierno alguno, se solidarice y se convierta en cómplice de los terroristas. Nosotros no somos guerreristas pero no somos débiles; nosotros no podemos permitir que estén terroristas refugiados en otro país causando el derramamiento de sangre de nuestros compatriotas", dijo.
El anuncio se produjo después de que documentos e información encontrada en las computadoras de Reyes, un importante comandante de FARC, dejaran al descubierto nexos de los gobiernos de Caracas y Quito con esa guerrilla. En la operación militar también murieron otros 23 rebeldes.
Uno de los documentos dejó planteada una posible financiación con U$S 300 millones del Gobierno de Chávez a las FARC, situación que fue negada por Caracas. Autoridades colombianas también revelaron un supuesto compromiso de Chávez para entregar fusiles viejos a ese grupo rebeldes conformado por unos 17.000 combatientes. (Télam-Reuters)
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