El fenómeno del reggaetón -que según algunos está viviendo una suerte de resurgimiento inesperado, después de algunos años en baja- está amparado en un flow venenoso, que escupe letras sexistas, violentas y urbanas. En este sentido, todos los artistas que lo difunden se paran frente al espejo del hip hop para diseñar su imagen. En esta plataforma, se puede apreciar que levantan la bandera de su raza enfundados en ropa deportiva muy holgada con referencias a equipos de básquet norteamericanos, gorras de beisbol y el brillo que ofrecen cadenas, relojes, pulseras y anillos de oro.
Sin embargo, a pesar de haber sido condenado como un estilo peligrosamente machista, el reggaetón cuenta con una gran presencia femenina. Con actitud y destreza para las rimas, aparecen Ivy Queen (la preferida de Daddy Yankee), Glory, Ari Puello, Mala Rodríguez, La Bruja, Tanny D y Jessy. En todos los casos, estas mujeres alcanzan cifras asombrosas en lo que a ventas de discos se refiere.
Así las cosas, el reggaetón se convirtió en un fenómeno mundial y está seduciendo a los rappers más encumbrados. Ese es el caso de Wyclef Jean, Usher, Snoop Dog y 50 Cent. Las figuras de la canción latina también se prenden en la movida: Shakira (acompañada por Alejandro Sanz) y su más reciente hit “La tortura”, Thalia junto a Fat Joe, Chayanne y más recientemente, Jennifer López.