Robo de bebés y torturas a dos monjas francesas

04 Enero 2008
BUENOS AIRES.- El fallecido ex prefecto Héctor Febres, quien al momento de su muerte, por envenenamiento con cianuro estaba procesado por el robo sistemático de bebés, había rechazado toda responsabilidad en la desaparición de las religiosas Alice Domon y Leonie Duquet.
Sin embargo, sobrevivientes de la dictadura del período 1976-83 declararon que Febres integró el aparato represivo de la ESMA, participó del robo sistemático de los niños que dieron a luz al menos quince prisioneras en la clandestinidad, y aplicó torturas a las religiosas francesas Domon y Duquet.
Ante el juez Federal, Sergio Torres, testigos manifestaron que Febres intervino en el operativo en el que las monjas, que brindaban asistencia espiritual a familiares de desaparecidos, habrían sido arrojadas al mar desde aviones militares, poco después de haber sido secuestradas.
El cadáver de Duquet, enterrado como NN por casi tres décadas, fue encontrado e identificado por el Equipo de Antropología Forense en agosto de 2005.
Domon, en tanto, fue secuestrada en un procedimiento desplegado en la Parroquia de la Santa Cruz, donde un grupo de tareas apresó también a María Eugenia Ponce de Bianco, Esther Balestrino de Careaga y Angela Aguad, en un operativo que precedió al arresto de la fundadora las Madres, Azucena Villaflor.Imputado por crímenes de lesa humanidad, Febres fue exculpado por la ley de Obediencia Debida pero en 1998 quedó preso por la apropiación de hijos de desaparecidos, ya que los delitos contra menores fueron excluidos de las normas del perdón. (DyN)

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