La última vez que viajó en colectivo de larga distancia se vio obligado a vender golosinas para pagar el pasaje. A pesar de que la ley establece que por ser discapacitado debe acceder al servicio de transporte de manera gratuita, Elías Villalba, un no vidente de 21 años, soporta verdaderos calvarios cada vez que tiene que trasladarse a Capital Federal para someterse a estudios médicos.
La historia del joven, que estudia Derecho en la Unsta, es un ejemplo de lo que viven la mayoría de las 98.000 personas con discapacidades que hay en Tucumán. Con la llegada del verano, el problema se acentúa.
De acuerdo con el decreto 38/04, el certificado de discapacidad y el pase para franquiciados son documentos válidos para acceder al derecho de viajar gratis en los distintos tipos de transportes de corta, media y larga distancia. Además, pueden viajar con un acompañante sin que este pague el boleto.
Dos opciones
"La ley no se cumple. Es muy difícil conseguir pasajes. Cuando necesito viajar por cuestiones médicas y voy a sacar el pasaje para la fecha que necesito, en la empresa me dicen que tienen para un mes después. Quedan dos opciones: perder el turno con el médico o pagar de su propio bolsillo el boleto", contó Villalba.
LA GACETA acompañó a Elías y a su mamá, Liliana Apás, a comprar pasajes en la Estación Central de Omnibus para viajar el 26 de este mes. Preguntaron en tres empresas y en las todas le dijeron que no tenían espacio disponible para ese día.
Elías nació a los cinco meses de gestación. Esta situación le causó una retinopatía prematura y nunca pudo ver. Desde entonces, se sometió a diferentes tratamientos. Actualmente necesita viajar tres veces al año a Buenos Aires para hacerse controles. "Las empresas nunca tienen lugar para los discapacitados. Hice denuncias en la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), pero nunca obtuve resultados. Cada vez que Elías necesita viajar recurrimos al Gobierno para conseguir los pasajes", contó la madre.
"Muchos discapacitados desconocen sus derechos y se dejan avasallar. El Gobierno paga subsidios a las empresas para que podamos viajar gratis, entonces hay que exigir que se cumpla la ley", afirmó Elías.
Las empresas deben garantizar la disponibilidad de asientos en cada colectivo para que sean ocupados por discapacitados si alguno lo necesita. En verano, la demanda de pasajes para personas con capacidades especiales creció un 50%, según informaron en una empresa. Un vocero de la firma dijo que si se trata de un caso urgente se busca la manera de ubicar a la persona en el ómnibus. Según la ley, el discapacitado debe solicitar el pasaje 48 horas antes de la fecha del viaje. Sin embargo, en las empresas de colectivos dijeron que, en esta época del año es preferible hacer la reserva con 15 días de antelación.