Al show de Diego y sus amigos le faltó el calor de la multitud

Explotó Diego. Esperaba lo mismo de La Ciudadela. Pero no. Explotó Diego. Después de una doble pared con Carranza y de levantar al "Betito" desde las rodillas, explotó. Consumado el triunfo, rodillas al pasto, mirada al cielo, boca enorme y brazos arriba a las plateas y a la popular, y micrófono en mano, disparó: "gracias a los que vinieron; y los que no, ¡que se jodan!"
Agitado por el desgaste de un juego incesante, con la voz casi gangosa después de reclamarle un par de fallos al árbitro Ariel Montero ("¡andá a dirigir la Liga!", le gritaron desde Rondeau), Maradona demostró que euforia sólo fue el nombre de uno de los puntos de venta de las entradas. Cerca de 2.000 personas disfrutaron de verlo, se metieron en el partido y protestaron cuando a los paraguayos se les fue la pierna, pero hasta ahí nomás.
El partido empezó con todo. Y la hinchada, con algunos bombos de San Martín, empezó a agitar: "brasilero, brasilero, qué amargado se te ve, Maradona es más grande, es más grande que Pelé". El hit fue el único que sonó y los goles empezaron a llegar: Enciso, arriba Paraguay; "Turu" Flores, iguales; Borrelli pasó a la Selección al frente; empató Struway... Hasta que llegó el primer momento de Diego, un tiro libre que pasó cerca...
Soñora, de cabeza, y Amato estiraron la cuenta. Gamboa ordenaba todo mientras Diego salía la primera de los dos veces que lo hizo. En ese momento le voló una camiseta de Atlético que besó y devolvió a la platea. Cuando volvió a ingresar, empapado en agua mineral, el momento inolvidable de la noche: un zurdazo al ángulo de Ruiz Díaz. Cantito contra Pelé, y el gol gritado como ningún otro.
Después se le aflojaron las piernas, Diego bajó el ritmo y, mientras el asedio de los paraguayos se sufría más que nunca, volvieron a volarle banderas, pero ya no tuvo tiempo para besarlas. El último destello fue una doble pared con el "Betito" que le arrancó la sonrisa al público, que lo despidió como siempre: "Maradó, Maradó..."

Unidos
Un excelente mensaje para todos los tucumanos dieron anoche Rubén Ale, presidente de San Martín, y Carlos Hasbani, titular de Atlético. El dueño de casa recibió con un fuerte abrazo al colega saliente, ya que Mario Leito (también fue parte del encuentro) asumirá los primeros días de enero como máximo directivo "decano".

No tan populares
El público fue unánime: "no pueden cobrar $ 50 por una popular". Los hinchas que pagaron $ 90 por las plateas habituales de la cancha de San Martín estuvieron disconformes porque estaban lejos de la cancha. La poca concurrencia se debió, además, a que el partido se vio por Fox Sports.