Un remisero se convirtió en testigo clave, en el marco de la investigación de la muerte de Carla Romina Ortega. Un informante avisó de este testigo a una agencia de seguridad privada, y esta avisó a la Policía, que lo ubicó. El hombre dijo que vio el sábado 25 de agosto -un día antes de que se encontrara el cuerpo- a Carla en el barrio Nicolás Avellaneda IV. Pero no fue el único dato que aportó: también dijo que ella estaba con L., una de las detenidas, y con Joana Alderete, hermana de una de las jóvenes sobre las cuales recaen sospechas de la Policía.
Carla desapareció de su casa, en Villa Luján, el 24 de agosto. Salió en horas de la tarde diciendo que iba a la casa de una amiga, en ese mismo barrio. Pero, aparentemente, en el camino desvió el rumbo y se fue hacia el oeste. No se sabe dónde durmió esa noche. Tampoco se conoce fehacientemente con quién estuvo. La joven no llamó en ningún momento a su casa. Algunos testigos dijeron que la vieron el sábado en compañía de tres jóvenes, aunque las versiones son distintas.
Quienes declararon en la Policía y ante el fiscal Pedro Gallo dijeron haber visto a la adolescente con L., de 16 años, con J., de 15, con Lorena Alderete, de 18, o con Joana Alderete, de 19. Las dos primeras están detenidas desde una semana después de que se encontró el cuerpo de Carla, el 26 de agosto, en el fondo de un precipicio, a la vera de la ruta 338, que conduce a San Javier.
La semana pasada, un hombre se comunicó con uno de los dueños de una empresa de seguridad y le dijo que le quería dar un dato sobre el caso. El ex policía -fuentes judiciales pidieron que, por el momento, no se publique su nombre- le dijo que debía dirigirse a la fiscalía. Pero el hombre insistió hasta que fue recibido. Este informante dijo que un remisero había visto a Carla el sábado 25 en el barrio Nicolás Avellaneda IV con J. y con Joana Alderete. Señaló que el chofer no tenía dudas, ya que conocía a estas dos últimas, y que incluso las saludó. Agregó que el remisero le contó que estaban en una moto y explicó que todo esto había sucedido poco antes de las 19. Para los investigadores la hora es clave, ya que los testigos habían visto a la menor hasta las 16.
Carpeta técnica
Con el dato que aportó el ex policía, que incluso incluyó una carpeta planimétrica con fotografías y detalles topográficos, personal de la sección Seguridad Personal, al mando de los comisarios Miguel Gómez, Raúl Ferreira y René Aguirre, logró ubicar al remisero y le pidió que fuera a declarar a Tribunales. El hombre se presentó ante el fiscal Gallo y ratificó toda la versión.
El dato fue clave. Por eso, el fiscal, cuando el miércoles ordenó que se realice una pericia comparativa, decidió que Joana Alderete, que hasta ese momento no había sido ni mencionada en la causa, participara de la medida. Cuando personal de la Policía Científica examinó el cuerpo de Carla en el lugar en el que se la encontró, descubrió pelos sobre la ropa. Algunos eran suyos, pero otros no. Entonces lo que se hizo fue extraerles muestras de cabellos a las dos detenidas y a las hermanas Alderete para hacer la comparación. El resultado de este análisis estaría listo la próxima semana.
Los familiares de Carla están seguros de que fue asesinada. Mónica López, su representante legal, sostiene que la joven fue arrojada al precipicio. "Ella no se cayó accidentalmente, ni tampoco se suicidó", repite. Además del golpe en la cabeza, aparentemente producido por efecto de la caída, la menor presentaba pequeños hematomas en la cara, "producto presumiblemente de arrastre", según la abogada. López se opone a que las acusadas recuperen su libertad y además quiere que, si hay pruebas contra alguna de las hermanas Alderete, también se pida su detención. Afirma, además, que a Carla la mataron por celos y que incluso ya la habían golpeado al menos dos veces anteriormente.
Medidas tutelares
Los defensores, en tanto, rechazan todo esto. Roberto Flores representa a L. El pidió que sea puesta en libertad y enviada a un hogar sustituto (es el de un pariente) fuera de la capital. Lo mismo solicitó Clara Amado, abogada de J., quien además advierte que la menor, por su edad, es inimputable. Ella tampoco regresaría a su hogar si la jueza la libera. Ambas, además, deberán cumplir medidas tutelares. Patricio García, representante de las hermanas Alderete, por su parte, remarcó que ninguna de ellas está vinculada a la causa. "Son totalmente inocentes", aseguró.
Hasta el momento, según reconocieron fuentes judiciales, nadie ubicó a las sospechosas en el lugar en el que fue hallado el cuerpo. Pero el hecho de que las hayan visto con la víctima el mismo día en el que murió es, para la Justicia, un indicio importante.